La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry


 
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 Tres hombres y... Dos bebés. Capítulo 2

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Sol
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MensajeTema: Tres hombres y... Dos bebés. Capítulo 2   Tres hombres y... Dos bebés. Capítulo 2 I_icon_minitimeMiér Jul 28, 2010 9:50 am

Pareja: Harry/Severus

Disclaimer: Los personajes todos pertenecen a J.K. Rowling.

Clasificación: R

Advertencias: AU. Mpreg. Contenido Hetero


Tres hombres y… Dos bebés



La noticia de que esperaba un bebé deprimió bastante a Hermione. Pero no por que no deseara a su hijo, siempre había contado con que un día se convertiría en madre, pero no esperaba hacerlo tan joven. Por otra parte temía que sus padres se decepcionaran de ella, estaban tan orgullosos de todos sus logros. Además el embarazo no sólo afectaría su vida, sino la de otros también. James debería enterarse de eso, porque en ningún momento pasó por su mente no decírselo, aun si el hombre estaba decidido a poner término a la relación de ellos. Él podría cumplir con su rol de padre sin por tal motivo verse obligado a estar con ella como pareja, las cosas no debían mezclarse.


Madame Pomfrey le recomendó a Hermione que se quedará en la enfermería, pero no debido a que continuaba sintiéndose mal del estomago, pues ya le había administrado una poción para ese malestar. Lo hizo porque notó a la chica muy impactada aun por la noticia del bebé, podía suceder que tuviera un accidente por causa de la preocupación.


*&*&*&*&*&*&*&*&*&*&


Ron luego de dejar a Hermione en la enfermería se fue corriendo para alcanzar aunque fuera la última media hora de la clase de Defensa. Justo cuando llegaba a la puerta se topó con Harry que también venía con mucha prisa.


——¿Por qué no me despertaste? ——preguntó Harry al pelirrojo, pero luego se dio cuenta de que su amigo también llegaba bastante retrasado ——. ¿Por qué vienes retrasado también?

——Intenté varias veces despertarte, pero no lo hiciste así que me fui ——respondió Ron con tono algo molesto ——, y vengo retrasado porque acompañé a Hermione a la enfermería.


Harry justo había golpeado la puerta del aula de Defensa, volvió el rostro hacia su amigo con notoria seña de preocupación.


——¿Qué le sucedió a Hermione?


Ron no miró directamente a Harry, mantuvo sus ojos fijos en la puerta.


——Nada importante, sólo un malestar pasajero ——respondió Ron con un dejo de culpa en la voz, no le iba mentirle a Harry, pero no tenía derecho a revelar el secreto de Hermione.


Antes de que Harry pudiera preguntar algo más la puerta del aula de Defensa ya se había abierto. Harry se encontró de lleno con el rostro de su padre que estaba demasiado serio.


——Creo que esta es una hora bastante inapropiada para llegar a clases ——reconvino James a los dos muchachos ——. ¿Qué sucedió Harry?

——Lo siento papá, me quedé dormido ——respondió el muchacho con aire culpable.

——Sólo voy a disculparte porque sé que te has quedado con Severus, estudiando para tu examen final de Pociones ——dijo James y luego miró al pelirrojo ——¿Y tú Ron? Supongo que también te has quedado dormido. Les descontaré puntos a los dos.


Ron miró no muy feliz a su profesor. Tuvo ganas de decirle que se había quedado en la enfermería con Hermione, que estaba descompuesta del estómago y además esperando un hijo del irresponsable profesor que tenía justo en frente de él. Pero no podía decirlo, primero porque eso provocaría un shock en Harry, segundo porque le había jurado a su amiga guardar el secreto y tercero porque seguramente James le restaría todos los puntos que la casa Gryffindor había ganado en ese último curso.



Los dos muchachos entraron por fin al salón de clases, donde sus compañeros practicaban los hechizos que deberían rendir ante la comisión del Ministerio antes de graduarse. Harry miró con preocupación los hechizos que iban y venían en todas direcciones. De pronto pensó que después de la noticia que le había dado el Medimago en San Mungo, tal vez no debía haberse presentado a la clase, ahora tenía una responsabilidad muy grande con respecto a su integridad física y aunque sus compañeros eran bastante diestros con la varita y los hechizos no debía confiarse. Así que se apegó a un rincón mostrando poco interés por participar de la clase.



James vigilaba el trabajo de los alumnos desde su escritorio, estaba bastante satisfecho pues todos habían alcanzado el nivel para rendir un examen ante la comisión del Ministerio, estaba seguro que ninguno de sus alumnos reprobaría. Dejó de vigilar a sus estudiantes, para darle una mirada a Harry. Vio que su hijo estaba apoyado en la pared más alejada del aula. Aquello le pareció muy extraño, pues Harry siempre era uno de los más activos en su clase, inclusive a veces hasta le ayudaba enseñando a sus compañeros.



Pero ahora no parecía estar disfrutando la clase, todo lo contrario. No pudo evitar preocuparse por eso, además se sumaba la ausencia de Hermione, de seguro que la chica estaba enojada con él por la conversación que habían tenido el día anterior sobre terminar aquella relación. Sentía culpa con respecto a Hermione, era tan joven, con toda una vida por delante, no quería que por su causa ella dejara de vivir lo que le correspondía. Además estaba Harry, en algún momento podía enterarse del tipo de relación que él había mantenido con su mejor amiga.



En todo caso debía darse prisa en tomar una decisión, pues se acercaba el fin del curso. Miró a Harry una vez más, y notó que ni siquiera prestaba atención a lo que hacían sus demás compañeros, parecía estar en un lugar muy lejano. Sintió preocupación, sería que su hijo tenía ya sospechas de algo y por eso desde el día anterior se le veía tan extraño. Inclusive si lo miraba más atentamente podía percibir que estaba algo pálido. Se levantó de la silla y cruzó la sala, dirigiéndoles palabras de aliento a los alumnos que practicaban en parejas. Cuando por fin llegó junto a Harry, el muchacho simplemente no se percató de su presencia.



——Harry…



Recién el chico levantó la vista hacia su padre.



——Ah lo siento, no te escuché.

——¿Te sucede algo malo, Harry?

——¿Por qué iba a sucederme algo malo? ——preguntó el muchacho medio a la defensiva, no quería imaginar que su padre estaba sospechando algo.

——No has participado en la clase. Te quedaste en este rincón como si de pronto temieras que un hechizo te golpeara.



Harry sintió frustración ante el comentario de su padre, a veces era demasiado obvio en su forma de actuar. Pero aún a riesgo de que James pudiera sospechar algo no iba a exponer a su bebé a ningún accidente.



——No se trata de eso ——respondió el muchacho al instante ——, es que sólo estoy un poco cansado, además todos esos hechizos los conozco de memoria, ya no necesito practicar más para el examen final.

——Te entiendo, faltan poco más de dos semanas para el fin del curso, pero de verdad pensé que estarías más entusiasmado con la idea de graduarte por fin ——dijo James.

——Claro que deseo graduarme, pero…

——¿Qué? No quieres dejar la escuela, de eso se trata.

——No quiero irme de aquí.



James sonrió comprensivo.



——Harry, es ahora cuando comenzaras a ver tu vida de otro modo. Tienes muchas cosas que hacer fuera de esta escuela. No debes preocuparte por mí, el que te vayas no significará que dejaré de ser tu padre.



No era precisamente lo que preocupaba a Harry. Aunque extrañaría aquella vida en la escuela en realidad lo que más le dolería dejar sería a Severus, mucho más ahora que esperaba un hijo. Pero que otra cosa podía hacer. Si alguien llegaba a enterarse de la relación que habían mantenido pues el hombre mayor estaría metido en un serio problema con el director y hasta con los del Consejo Escolar. No podía permitir que por nada del mundo Severus perjudicara su trabajo de profesor, además enseñar Pociones era lo único que había hecho en su vida.



——Lo sé, pero lo cierto es que estoy muy acostumbrado a estar aquí.

——Yo tampoco deseo que te vayas de mi lado, pero te aseguro que cuando conozcas otra vida fuera de aquí entenderás que es lo mejor para ti. No debes permitir que nada limite tu vida Harry, eres un mago de excepción y no lo digo porque sea tu padre, lo digo como tu profesor.
Harry bajó la mirada sintiendo culpa. Su padre no estaría tan orgulloso cuando supiera de su relación con Severus y además que esperaba un hijo. Aún no decidía cuando le diría la verdad a James, aunque sabía que dejar pasar los días no era recomendable. Quizá aquel fin de semana sería apropiado hacerlo, justo el domingo era el día del padre, pero como le diría a su padre que se convertiría en un abuelo a los treinta y siete años. James era demasiado joven para ser abuelo, y en contraposición a eso, resultaba que Severus con la misma edad era demasiado viejo para ser el padre de su bebé, pero lo era. Tal vez una solución era que los reuniera a los dos ese día y les diera la noticia de una vez.

——Harry… No vino Hermione a clases, ¿sabes qué le sucedió? ——preguntó James intentando un tono normal.



Harry dejó sus cavilaciones y miró a su padre.



——¿Hermione? No la vi esta mañana. Bueno cuando dejé la torre ella y Ron ya se habían venido al comedor, pero Ron antes de que nos abrieras la puerta me dijo que la había acompañado a la enfermería ——dijo el muchacho, mirando a su pelirrojo amigo.



James le preocupó lo dicho por Harry, generalmente Hermione gozaba de muy buena salud. Notó además que Ron le miraba de una forma muy extraña. Se preguntó si no sería que Hermione había enfermado por su culpa y Ron ya estaba enterado de la verdad.



——Bueno voy a terminar la clase ——dijo James volviendo a mirar a Harry ——¿Ahora tienes clase con McGonagall, no?



Harry sólo asintió.



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En el despacho de la jefa de la casa Gryffindor en ese momento estaba Madame Pomfrey.



——Poppy, querida me encantaría charlar contigo, pero en este preciso momento debo darle clase a los alumnos de séptimo, ya sabes que estamos al final del curso y todos los profesores les estamos haciendo un repaso para que obtengan buenos resultado en el examen final.

——No te quitaré mucho tiempo Minerva, la verdad sólo vine de pasada, debo ir San Mungo por unas Pociones especiales.



McGonagall miró el reloj de pared.



——Los alumnos no salen aún de sus aulas podemos conversar mientras caminamos hacia el vestíbulo ——propuso la profesora McGonagall mientras se levantaba.



Madame Promfey dudó un segundo en si debía hablarle de ese asunto a la profesora en un pasillo, pero coincidió con ella en que a esa hora los alumnos estaban aún en clase y nadie las escucharía, además ella tampoco deseaba retrasarse.



——Esta bien vamos.



Salieron del despacho de McGonagall.



——Bien Poppy ——dijo McGonagall mientras cerraba su despacho con un toque de varita ——, puedes decirme de que se trata, no tardaremos mucho en llegar al aula de Encantamientos.

——Bueno Minerva, el asunto se relaciona con dos alumnos de tu casa ——respondió la enfermera mientras caminaba junto a la profesora.

——¿De qué se trata? ¿Algún accidentado grave?

——Oh no, nada de eso. Esta mañana llegó a la enfermería la señorita Granger.

——Granger ——repitió la profesora quedándose parada en medio del pasillo —— ¿Qué le sucede a Granger, está enferma?

——No está enferma, pero el asunto no es menor.

——Explícate Poppy querida, no te entiendo.

——Llegó con un malestar al estómago, acompañada por los dos Weasley.

——¿Y qué ocurrió?

——Bueno la verdad sospeché de inmediato, después de todo no es la primera vez que veo tales síntomas.

——¿A caso tiene algo grave? Porque si es así debemos llamar a sus padres de inmediato.

——Yo no lo llamaría grave. Granger está embarazada.



La profesora McGonagall abrió los ojos espantada.



——Granger embarazada, pero eso es imposible.

——No lo es Minerva, hice las pruebas y todas salieron positivas.

——No puedo creerlo, Granger, mi mejor alumna, tan responsable y… Estoy muy decepcionada.

——¿Y eso que aún no te he dicho quien es el padre del bebé?

——Lo sabes, ¿te lo dijo ella?

——No me dijo a mí precisamente, escuché al muchacho Weasley decir que el niño sería un Potter.

——¡No puedo creerlo! Pero si siempre han actuado casi como si fueran hermanos.

——Bueno, nos equivocamos.

——Potter. Ahora entiendo ——refunfuño enojada Minerva.

——¿Qué es lo que entiendes Minerva?

——Potter me pidió permiso ayer para ir a San Mungo, dijo que deseaba consultar a un Medimago. Me pareció algo extraño que no quisiera acudir a la enfermería, pero lo pasé por alto y le di permiso.

——De seguro que fue a buscar información sobre la paternidad, eso significaba que tanto él como Granger ya tenían sospechas de la situación. Aunque Granger esta mañana cuando le di la noticia parecía bastante impactada.

——Será muy decepcionante para James enterarse de esta situación. Espero que Potter esté dispuesto a responderle a Granger ——dijo McGonagall ——. Bueno es mi deber como jefa de la casa Gryffindor informar al director de esta situación, ellos aun son alumnos de Hogwarts.



La enfermera y la profesora retomaron su camino hacia el vestíbulo, sin darse cuenta de que dos alumnas que regresaban del baño y se habían ocultado tras una columna para no ser descubiertas tan lejos de sus aulas habían oído toda la conversación.



——No puedo creerlo ——dijo Lavender con cierto aire de suficiencia ——. Así que Hermione está embarazada y el padre del bebé es Harry.

——Y tú que siempre has estado celosa de ella creyendo que deseaba quitarte a Ron ——respondió Parvati Patil.

——La profesora McGonagall tiene razón han sido muy irresponsables. Ya quiero verle la cara al profesor Potter cuando lo sepa.



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Hermione aprovechó de salir de la enfermería después de que Madame Promfey se había marchado. Pero no se dirigió hacia el aula de Encantamientos, sino que se fue a dar una vuelta por el lago, necesitaba pensar muy seriamente en su situación. De pronto le venía a la mente la idea de que por el bien todos era mejor que ella ocultara su estado, después de todo James quería terminar la relación. Podía graduarse de la escuela y luego desaparecer para siempre, nadie tendría que enterarse de que había mantenido relaciones con un profesor.



Caminaba distraídamente por la orilla del lago cuando de pronto se encontró con Harry también paseando y estaba a punto de encontrárselo. Sintió algo raro en su estomago, pensó en ocultarse tras un seto y evitar a Harry, pero luego pensó que era un estupidez, el chico era su amigo, además ocultarse era infantil y no cambiaría nada.



Harry de pronto levantó la vista y se encontró de frente con su amiga.



——Hermione, ¿qué haces aquí? Me dijo Ron que te había acompañado a la enfermería. Mi papá me preguntó por ti.

——Ah… bueno… Hmm… sí, pero ya estoy bien sólo me cayó mal el desayuno ——dijo la chica castaña.

——¿Pero estás bien realmente? ——insistió Harry, pues notaba a su amiga diferente.

——Sí Harry, por supuesto que estoy bien. No tengo nada grave.


Harry guardó silencio. De pronto le pasó por la mente la idea de contarle a Hermione la noticia que le había dado el Medimago en San Mungo. Ella era una de las personas en quien más confiaba, Hermione a diferencia de Ron, si sabía guardar secretos.



——¿Te sucede algo Harry, te vez como preocupado? ——preguntó Hermione.

——Pues sí, estoy preocupado por algo.

——¿Puedo ayudarte?

——Bueno Hermione, la verdad sí necesito hablar con alguien, me siento un poco mal.

——¿Estás enfermo Harry? ——preguntó la chica preocupada acercándose a su amigo para palparle la frente.

——No Hermione, no se trata de eso.

——¿Entonces que te sucede?

——Recuerdas que ayer le pedí permiso a la profesora McGonagall para ausentarme de la escuela.

——Sí, lo recuerdo.

——Pues fui a visitar a un Medimago en San Mungo.

——¡Entonces sí estás enfermó, Harry!

——Bueno lo que me sucede… es peculiar, pero no lo llaman enfermedad precisamente.



Hermione le miró con extrañeza.



——¿Qué pasa Harry?

——Imagino que pensarás que soy un irresponsable y todo lo demás, pero yo no sabía que esto podía sucederme a mí.



Hermione arrugó el ceño un tanto preocupada por el modo en que Harry hablaba de sí mismo, pero de ningún modo se sentía con derecho a llamarlo irresponsable, ella no era precisamente la más indicada para hacerlo.



——Hermione, no vas a creerlo, yo aún no lo asimilo muy bien, pero… Estoy embarazado, soy un mago fértil.



Hermione palideció de golpe, pero no por las razones que imaginó Harry.



——¿Un mago fértil? ——preguntó al chica abismada.



Harry asintió en silencio.



——¿Y… tú padre lo sabe?

——¿Qué estoy embarazado o que soy un mago fértil?

——Ambas.

——Claro que no. Estoy seguro que lo mataré del disgusto cuando lo sepa. Ya imagino lo que dirá, que soy un irresponsable y un montón de cosa más, él siempre ha deseado un futuro brillante para su hijo ——terminó Harry con aire culpable.



Hermione dio un suspiro. Después de escuchar la confesión de Harry tenía completamente claro que no podía decirle a James lo de su bebé, ya tendría bastante disgusto con lo de Harry.



——Creo que sospechaba que te gustaban los chicos Harry ——dijo Hermione intentando sonreírle al muchacho.



Harry bajó la cabeza.



——No debes sentir vergüenza por eso. Aquí entre los magos es algo bastante común.


——No me vergüenza Hermione, hace mucho que asumí que me gustaban los hombres, bueno en realidad un hombre.


——No te entiendo Harry.


——Estoy enamorado de Severus Snape ——declaró Harry de golpe.



Hermione abrió la boca, esta vez más impresionada que antes.



——El profesor Snape ——repitió Hermione incrédula.


——Sí, debe parecerte muy mal, porque está prohibido…


——No Harry ——le cortó de inmediato Hermione ——. No tengo ningún derecho a juzgarte, y aunque… No jamás lo haría, ante todo eres mi amigo.


——Gracias por comprenderme ——le sonrió el muchacho.


——No me des las gracias Harry.



El muchacho se acercó a su amiga y la abrazó con fuerza. Ella le respondió de igual modo.



En ese momento Severus venía de regreso a la escuela desde Hogsmeade donde había acudido por algunos encargos que le había hecho el director, vio a Harry con su amiga, y la verdad sintió celos por la forma en que se abrazaban, no dudaba de Harry, pero no podía evitar sentirse celoso de cualquiera que tuviera el afecto del muchacho que él amaba.
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Sol
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MensajeTema: Re: Tres hombres y... Dos bebés. Capítulo 2   Tres hombres y... Dos bebés. Capítulo 2 I_icon_minitimeMiér Jul 28, 2010 9:55 am

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Durante la cena de esa noche, tanto Harry como Hermione estuvieron muy callados y apenas probaron su comida. Por supuesto que esto lo notó tanto Ron como Ginny. Pero también estaban muy atentas al comportamiento del chico de ojos esmeraldas y la castaña, la novia de Ron, Lavender y su inseparable amiga Parvati.


——De verdad que me da mucha pena ——dijo Parvati susurrando en el oído de Lavender.


La muchacha les dio una mirada rápida a los dos jóvenes que más bien jugaban con su comida sin ningún ánimo de comer.


——Bueno debo reconocer que a veces me pone un poco celosa esa amistad de mi Rony con Hermione, pero ahora que sé que en realidad es novia de Harry y además… Bueno ya sabes, espera un hijo de él…

——Pobres, tienes razón se ven muy preocupados. Se les armará la grande cuando lo sepa el profesor Potter ——respondió Parvati.

——Sí, y Hermione que fue Premio Anual, un futuro brillante tirado a la basura ——comentó Lavender.


Las dos chicas Gryffindor cometieron la infidencia de hablar sin preocuparse de que tras ellas se encontraba una chica de sexto curso que era jugadora en el equipo de Gryffindor. La chica al oír tremenda noticia fue directo a contárselas a sus compañeros de Quiddich, después de todo Harry era el Buscador.


Cuando Harry se levantó de la mesa convencido de que realmente no podría comer nada y lo mismo hizo Hermione. El cotilleo entre Lavender y Parvati ya había dado frutos, la noticia corría como la espuma por la mesa de Gryffindor.


Pero ni Harry ni Hermione se percataron de nada, pues estaban realmente preocupados del grave conflicto en el que estaban.


Los dos antes de marcharse del Gran Comedor dirigieron sus miradas hacia la mesa de profesores. Harry miró a Severus que en ese momento hablaba con el director. Su padre hablaba con la profesora McGonagall.


Hermione por su parte sólo tuvo ojos para James y, éste tampoco podía dejar de observar a la chica, pero luego hizo un esfuerzo y apartó la mirada para responderle a la profesora Sprout que le preguntaba algo.


Hermione aprovechó el momento para salir del comedor, Ron y Harry se le unieron. En completo silencio los tres subieron las escaleras hacia la torre Gryffindor.


Ron había invitado a una partida de ajedrez mágico a Harry, pero éste no tenía ánimo de jugar así que tomó su lugar Neville y él se acomodó en un sofá muy apartado junto a Hermione.


Harry permaneció en silencio junto a Hermione, pues la chica esa noche no parecía tener muchos ánimos de conversar. Lo cierto era que él tampoco, pero de pronto ya no pudo seguir callado, desde hacía un buen rato notaba que todos los ojos se fijaban en él. Se lo comentó a Hermione en un susurro. La chica ni se molestó en comprobar si lo que Harry decía era cierto, sin apartar sus ojos de las crepitantes llamas, le dijo que era idea suya, debido a su estado se le figuraba que todo el mundo se daba cuenta de lo que le ocurría. El chico encontró algo lógica la respuesta de su amiga así que simplemente se encogió de hombros y decidió no darle importancia.


Después de un largo rato Harry se comenzó a sentir inquieto, miró la hora en su reloj pulsera, ya pasaban de las ocho y treinta. Era la hora en que iba a vera a Severus, por supuesto que todos sus compañeros, incluyendo Hermione hasta esa mañana, creían que iba a ver a su padre.


——Hermione ——llamó Harry.


La chica levantó la mirada hacia Harry.


——Necesito salir.

——¿Irás a ver al profesor Snape?

——Sí.

——¿Le dirás lo de tu embarazo?

——La verdad aún no me animo.

——Te comprendo ——respondió Hermione.

——¿Tú que piensas, crees que debo decírselo ahora mismo o esperar unos días?

——La verdad Harry no sé que decirte, supongo que decirlo esta noche u otro día no cambiará nada.

——Sí, supongo que así es. Necesito una excusa para salir, porque no vienes conmigo, das tu ronda de Prefecta y yo digo que voy a ver a mi papá si alguien pregunta.

——Esta bien ——aceptó Hermione levantándose.



Intentaron salir lo más discretamente posible y creyeron haberlo logrado luego de cruzar el retrato de la señora gorda. Pero no imaginaban que tras su salida la sala común de Gryffindor se había llenado de murmullos y comentarios a más no poder. Prácticamente ya todos sabían sobre el embarazo de Hermione y que el padre del bebé era Harry.



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Al llegar al vestíbulo Harry bajó hacia las mazmorras y Hermione dijo que iría a la biblioteca, pero en realidad ya había decidido ir a ver a James. Aunque estaba decidida a no contarle sobre su embarazo, de todas formas reconocía que lo extrañaba y puesto que sólo faltaban dos semanas para que terminara el curso, estaba decidida a pasar esos últimos días o mejor dicho noches con James. Después de ese periodo se despediría del profesor para siempre.



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Harry no tardó mucho en llegar al despacho de Severus. El hombre de ojos negros le esperaba con ansiedad, en cuanto cruzó la puerta Severus lo arrastró hacia el sofá y procedió a besarlo sin darle tregua. Cuando por se vio algo libre de aquel arrebato de pasión le sonrió fascinado a su profesor.



——Me gusta que me recibas así, como si hubieses pasado un año sin mí ——dijo el chico con una sonrisa.

——Cada minuto de mi vida que estoy lejos de ti es como un año, un siglo. Además está mañana te vi abrazando muy fervorosamente a cierta chica.



Harry arrugó el ceño sin comprender, pero luego supo que Severus se refería a su amiga.



——Ah te refieres a Hermione. No creo que esté celoso Sev, ya sabes que ella para mí es como una hermana, lo mismo que Ron.

——Hmm… Sí, lo sé, pero me preocupa que ella no te vea como un hermanito precisamente.

——¿De qué hablas Sev?

——Que yo sepa tu amiguita aún no consigue novio.

——¿Y eso que tiene de raro?

——¿No será que está enamorada de ti?



Harry sonrió. Severus no podía imaginar siquiera que él había confesado a su amiga esa misma mañana que estaba enamorado de él, y además esperaba un bebé porque era un mago fértil.



——Te doy mi palabra de Gryffindor que no es así. Hermione no está enamorada de mí, somos como hermanos Sev.

——Por el bien de esa chica y él tuyo Harry, espero que estés diciendo la verdad.

——Eres un tonto Sev, pareciera que no me conoces, jamás te mentiría, te amo demasiado.



El profesor al instante cambió de actitud y volvió a sonreír como hacía sólo estando con Harry.



——Debes comprenderme, además de ser un celoso sin remedio, tengo ciertos complejos que vienen con la edad.

——No digas tonterías Sev, hablas como si fueras un anciano.

——Soy viejo en comparación contigo Harry.

——Otra vez con el mismo tema. No eres viejo, nada más hay que ver en la forma que me haces el amor… Merlín eres tan intenso, tan fuerte... ——murmuró Harry en el oído de Severus, provocando en el hombre una gran excitación.

——Harry me vuelves loco, ¿crees que tengamos tiempo para hacer el amor? Te necesito desesperadamente.

——¿Crees que vine sólo a charlar? Pues no, vine porque también te deseo, te necesito, ahora mucho más que antes.

——¿Y por qué ahora más que antes? ——preguntó Severus entre gemidos, pues Harry estaba afanado en es instante mordiendo su cuello.

——Oh Sev, ya hablaremos de ello, ahora sólo llévame a la cama…



Severus no respondió, pero sí actuó obedientemente. Alzó a Harry en sus brazos y lo condujo a su habitación. Los momentos con Harry eran escasos y siempre precipitados por lo tanto debía aprovechar cada segundo que el chico de ojos esmeraldas le entregaba.



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Hermione dio varias vueltas por los pasillos cercanos a la biblioteca. Deseaba ver a James y había salido de sala común con Harry para ayudar al chico, pero también lo había ella misma estaba deseosa de ver una vez más a James. La noche anterior la conversación no había terminado muy bien, en realidad ella la había acabado abruptamente. Pero ahora sus sentimientos eran muy diferentes, no estaba molesta ni dolida con James, sentía que no tenía derecho, él nunca la había forzado a nada y mucho menos le había prometido algo en concreto.



Ella ahora creía comprender en parte los sentimientos que él le había expresado la pasada noche, su temor e inseguridad, el deseo de no perjudicarla en ningún sentido. Ella conocía a James, era un buen hombre, pero la culpa lo agobiaba.



James se sentía culpable por causa de Harry en particular. Ella quizá también seguiría compartiendo el mismo sentimiento de James, sino fuera porque aquella mañana Harry le había confesado que mantenía una relación oculta con el profesor de Pociones. Severus Snape también era mayor, tenía exactamente la misma edad que James, y también había embarazado a Harry, aunque en el caso de ellos no había sido un descuido, sino que su amigo resultó ser un mago fértil.



Ella no era la única que había cometido la locura de enamorarse de un profesor aún sabiendo que eso era incorrecto además que prohibido por el estricto reglamente de Hogwarts. Pero quien podía luchar contra el corazón, nadie en realidad. Ya no lo pensó más y con cautela se dirigió hacia el pasillo del segundo piso donde estaban las habitaciones privadas del profesor de Defensa. Cuando estuvo frente a la puerta por fin, se acobardó un poco y pensó en olvidarlo y marcharse hacia la torre, pero la verdad era que deseaba con toda su alma abrazar a James, desde esa mañana sabía que un lazo indisoluble la ataba al hombre. No quiso pensar en nada que no tuviera relación con el amor que ella sentía y tampoco le importaba si James la amaba con más pasión que amor. Golpeó suavemente la puerta y esta se abrió casi al instante. Los ojos emocionados de James acompañados por una sonrisa en los labios le dieron la bienvenida.



Continuará…



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MensajeTema: Re: Tres hombres y... Dos bebés. Capítulo 2   Tres hombres y... Dos bebés. Capítulo 2 I_icon_minitimeDom Feb 15, 2015 10:11 pm

ohh por mi diossss pero que cosasss ahhhh por eso los chismes se cuentan en privado..T_T uno nunca sabe cuando las paredes tienen oidos.u_U.. :s
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MensajeTema: Re: Tres hombres y... Dos bebés. Capítulo 2   Tres hombres y... Dos bebés. Capítulo 2 I_icon_minitimeDom Feb 15, 2015 10:13 pm

??????????? y la continuacion....sensei no la subio por aqui0?????????
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MensajeTema: Re: Tres hombres y... Dos bebés. Capítulo 2   Tres hombres y... Dos bebés. Capítulo 2 I_icon_minitime

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