Death Eater takes a Holiday. Capítulo 10. ¡Guerra declarada! ¿Seguirán vivos el lunes? ¿Y Albus?

Última edición por alisevv el Dom Ene 24, 2010 4:30 pm, editado 2 veces

Death eater takes a holiday
Capítulo 10
¡Guerra declarada! ¿Seguirán vivos el lunes?
¿Y Albus?
Death Eater takes a Holiday. Capítulo 10. ¡Guerra declarada! ¿Seguirán vivos el lunes? ¿Y Albus? Blufire

Harry y Sev reían mientras empujaban a través de un arbusto para alcanzar el jardín próximo.

—Lo último que deseo en este momento es que McGonagall flirtee conmigo—comentó el Gryffindor, pasando las últimas ramas, perturbando unas cuantas hadas en el proceso.

Se detuvo de repente y Severus siguió directo contra él, todavía medio bloqueado por las ramas. Levantó la vista para encontrar que el sol era bloqueado por un cuerpo enorme; no podía confundir la robusta mano que sostenía un látigo.

—Hola, Harry, Ron—saludó Hagrid alegremente—. Oh, Severus, no esperaba que estuvieras aquí. ¿Dónde está Ron?

Severus asintió a guisa de saludo, mientras mantenía la vista fija en el látigo que el semi gigante llevaba en la mano. Harry le explicó que habían dejado a Ron y a Filius esquivando a Minerva McGonagall. Hagrid trató de no reír, pero falló miserablemente, tosiendo. A este punto, se había apartado del camino, permitiendo ver un gran Palomino que había entrado en el jardín.

—Wow, es el caballo más grande que he visto jamás—comentó Sev, caminando derecho hacia el animal, ofreciéndole una mano para que le oliera y acariciando suavemente su cara y morro con la otra. Hagrid estaba impresionado de la forma tan cómoda como el chico manejaba a la criatura. Harry observaba, intimidado.

—Es un ejemplar bastante inquieto. Quiere estar en el aire. Odia estar pegado al corral por tanto tiempo; por eso se escapó hasta este jardín y lo pisoteó. La Profesora Sprout no va a estar feliz cuando regrese y encuentre uno de sus jardines estropeado.

—¿Dónde lo conseguiste, Hagrid?—preguntó Harry, moviendo tentativamente una mano para acariciar al caballo.

—Está bien, Harry, puedes tocarlo. Le gusta la atención. Es de Madame Maxime, lo estoy cuidando por unas semanas.

Ahora se entendía porqué el animal era tan grande; era uno de los palominos voladores de Beauxbatons. Pero no era tan enorme como otros que Harry había visto, que podían ser comparados con elefantes.

>>Es joven todavía; aún le falta mucho por crecer—siguió diciendo Hagrid con orgullo.

—¿Lo montas, Hagrid? ¿Utilizas el látigo con él?—indagó Harry, mirando a la ahora apacible criatura.

El semi gigante explicó que los Palominos jóvenes necesitaban una mano fuerte mientras estaban entrenándose, para domarlos. No se utilizaba el látigo directamente; simplemente, caballo estaba entrenado para obedecer el chasquido del instrumento contra el aire.

—Probablemente, es lo bastante sólido para llevarme, pero … no me gustan mucho las alturas—admitió Hagrid.

—¿Podemos cabalgarlo nosotros?—preguntó Sev con excitación.

—¿Nosotros?—chilló Harry—. Nunca he montado a caballo.

—Ah, hoy no—contestó Hagrid, y el rostro de Sev se oscureció, abatido—. Deberías cabalgar varias veces por el terreno antes de volar uno. No es como los hipogrifos, Harry—levantó al chico sin esfuerzo y lo sentó en el lomo del caballo, antes de regresarlo al prado con Sev.

El semi gigante insistió en que entraran a su cabaña a lavarse antes de ir al Gran Comedor a almorzar. El hombretón sirvió sendos vasos de jugo de calabaza para ellos.

—Severus, si todavía estás interesado—comentó, aferrando los bíceps del chico; sus dedos rodearon toda la parte superior de su brazo—, regresa la próxima semana con tus músculos reales y podrás cabalgarlo. Me harías un gran favor.

Severus no sabía si estaba siendo insultado o debía agradecer el elogio. Harry le guiñó un ojo, haciéndole sonreír. El Slytherin aceptó regresar la semana siguiente.

Durante el almuerzo, Harry estuvo bromeando con Sev sobre los músculos que tendría la siguiente semana. Ron se aseguró de hablar sobre Hermione en frente de Minerva, desalentándola. Albus Dumbledore se sentó al lado del pelirrojo y sonrió a la chica. Ella era una de las que Harry había visto en el lago con las demás.

—Profesor, ¿sabe que Severus salvó la vida de Harry?

—¿Discúlpeme, Señorita Archer?—dijo el Director con interés.

Severus sintió una mano apretando su muslo con una especie de dé jàvu. Harry miró su comida, esperando evitar el contacto visual con Madame Pomfrey.

—Filius dijo que lo había ayudado apenas esta mañana—explicó alegremente la chica de segundo año—. Harry se estaba ahogando y Severus lo salvó—concluyó, sonriendo al rejuvenecido Profesor de Pociones.

—¿Es cierto eso, Severus?—preguntó Albus con una sonrisa—. ¿Por qué no nos contaste tu acto heroico?

Tanto Harry como Severus estaban ruborizados. El Slytherin estaba tratando de quitarle importancia, pero fue sorpresivamente interrumpido por Ron, que explicó que Severus había actuado cuando Filius no pudo y él mismo no sabía qué hacer. Los ojos de Harry se abrieron con asombro ante el comentario de su amigo.

—Eso fue rapidez de pensamiento y acción, deberías estar orgulloso de ti mismo, Severus—elogió Albus, levantando una copa. El resto de la mesa lo imitó y levantaron sus propias copas. Harry le apretó la pierna, en un silencioso agradecimiento.

—Parece que tienes el record, Sev—le susurró.

El chico de ojos negros se preguntó Cuántas veces habría tenido Harry necesidad de que le salvaran, aunque estaba orgulloso de ser él quien estuviera para hacerlo.

Cuarenta minutos más tarde, Harry, Sev y Ron se encaminaban a la enfermería.

—Sabía que ella me haría venir—despotricaba Harry—. Pasó hace horas, ¿acaso no puede ver que estoy respirando? ¿Qué va a revisar? ¡Estoy bien!

Ron sabía por experiencia que era mejor no hablar mucho. Asintió y guió a su amigo a una cama cercana. Madame Pomfrey suspiró cuando entraron.

—Su cama habitual, y quítese la camisa, Señor Potter—pidió amablemente.

Harry obedeció, dándose una rápida ojeada, buscando señales de la noche pasada con Sev. Cuando la enfermera llegó al lado de la cama, jalando las cortinas de alrededor, comentó:

>>¿Por favor, podrías disculparnos, Severus?

—¿Qué?

Sev no comprendía porqué ella quería que se fuera. Harry ya se había quitado la camisa. ¿Por qué no pedía a Ron que saliera? El pelirrojo jaló su manga y lo condujo al pasillo.

—Vamos, Sev, consigamos un poco de helado de limón para el paciente—sugirió con tono conspirador.

Harry gritó desde el otro lado de la cortina.

—¡No tengo cinco años, Ron!—dijo medio en broma—. ¡Y quiero sabor a cereza!

Pomfrey puso los ojos en blanco ante los antojos de su paciente más frecuente. Lo extrañaría cuando se graduara, dentro de pocos meses.

—Debes quitarte los hechizos para ocultar, Harry; debo chequear tus costillas y ver si hay moretones.

Harry asintió y los retiró. Colocárselos se había convertido en una rutina como cepillar sus dientes cada mañana. Cuando el examen terminó y Poppy comprobó que no había efectos dañinos, lo dejó ir a reunirse con sus amigos en el pasillo.

Ron se estaba encargando de su helado de limón a toda velocidad. Sev sostenía uno de limón y cerezas, el jugo rojo goteando entre sus dedos. Harry aferraba el suyo, sosteniendo los dedos de Sev al mismo tiempo, lamiendo el lado del recipiente de papel, para atrapar el líquido que chorreaba antes que llegara al piso.

El chico de ojos negros contuvo un gemido cuando la ardiente lengua lavó sus dedos. Harry tomó su helado y dio la vuelta, caminando entre los dos.

—Gracias, Sev.

—De nada—contestó con su voz más sexy y profunda.

Ron tosió y se puso rojo. Harry le había dicho que el Slytherin tenía una voz sexy, pero él no había podido oírla igual, no lo había comprendido… hasta ahora.

—Sev, ¿qué tal estás en Encantamientos?—preguntó Ron—. ¿Sabes lanzar el obliviate?

Harry puso los ojos en blanco.

—Cretino.

Horas más tardes, Albus Dumbledore caminó fuera del vestíbulo de entrada para sentir el sol en su cara. Argus Filch barría las escaleras que conducían hacia los terrenos. El Director le sonrió, antes de fruncir el ceño.

—Argus, ¿pensaba que te había pedido que mantuvieras vigilados a los chicos hoy? A Severus en particular.

El conserje asintió e hizo una mueca; como si su rostro no fuera una mueca permanente, en todo caso.

—Hice lo que me pidió. Los vigilé por horas mientras practicaban un juego muggle, pateando una pelota alrededor de la cancha de quidditch. No le veo el punto, Albus, las chicas han estado con Poppy en los jardines traseros la mayor parte de la tarde.

Albus no pensaba explicar las preferencias sexuales de sus profesores a Filch.

—¿Dónde están los chicos ahora, Argus?

—En las duchas—Albus palideció—. Terminaron sudados y llenos de barro, y tuvieron la audacia de pensar que iban a cruzar en esas fachas mi suelo limpio. Snape protestó, pero le dije que, para lo que me importaba, podía tomar una ducha o lanzarse al lago—terminó, indignado.

El Director asintió y se dirigió apresuradamente hacia los vestuarios. A la distancia, pudo escuchar el grito de Ron.

—¡Es él o yo, Harry!

—¡No me hagas elegir, Ron, porque te arrepentirás!

El pelirrojo lo miró, sorprendido, y apuntó a Severus.

Michael salió corriendo de los vestuarios, empapado, y prácticamente corrió directo hacia el Director. Después de interrogarlo, Michael le explicó que cuando iban a ducharse, Severus dijo que él mejor lo haría en los vestuarios de Slytherin, y así tendría más agua caliente. Michael miró nervioso Dumbledore y luego hacia Ron, quien seguía gritando y apuntando a Severus en los vestuarios.

—Umm… bien. Ron se burló de Severus, diciéndole que no queríamos verlo desnudo de todas formas…—el chico bajó la voz—. Desde entonces, Ron y Severus han estado así— terminó Michael con una sonrisa, retirando su húmedo cabello de los ojos.

—No me has elegido para tu equipo desde que estoy aquí, Ron. ¡Lo pagarás!—gritó Sev, pero el pelirrojo se apartó, evitando el impacto directo. Rodó sobre si mismo, regresando el disparo, golpeando a Harry accidentalmente en la cara.

—Harry—gritó Sev, mirando hacia atrás para ver al chico caer por el ataque. Se giró nuevamente a Ron, con una sonrisa malvada—. ¡MUERE, RON!

Dumbledore pudo sentir la magia radiando de los vestuarios. Severus, aunque parecía sólo un adolescente, seguía teniendo la magia total de un mago adulto.

Ron también había estado verificando si Harry estaba bien, ya que había estado apuntando a Severus. De repente, sus ojos se abrieron de par en par. Estaba en problemas y lo sabía. Era muy protector con Harry, así que conocía bien esa mirada que ahora estaba en los ojos de Sev. En ese segundo, Albus llegó y lo empujó, apartándolo, recibiendo él el disparo que, con toda su fuerza, Severus había lanzado contra el pelirrojo.

Los chicos jadearon ante la vista de su Director tirado en el césped, empapado hasta los huesos gracias a la mayor bomba de agua que el Slytherin había podido crear.

Ron y Michael corrieron al lado de Dumbledore para ayudarlo. Harry levantó su empapado sombrero de mago y se lo regresó al Director. Todos temían hablar, especialmente Severus, que había emergido de los vestuarios, aguardando su ejecución. Albus se colocó su sombrero. El agua goteó por sus sienes, desapareciendo en la larga barba blanca. Era notable como el hombre podía verse tan mojado, y aún así mostrar una apariencia distinguida.

—¿Señor?—Michael se atrevió a hablar.

Albus respiró profundamente, y luego agitó una mano sin esfuerzo y apareció completamente seco, mientras Severus había desaparecido. Nadie se atrevió a preguntar a dónde había mandado a Snape.

—Michael, tú y Ron pueden ir a cambiarse para almorzar—pidió, antes de dirigirse al único que estaba a su izquierda—. Harry, puedes ir a darle una mano a Severus.

Después de unos segundos, Harry llamó al anciano, quien ya se encaminaba de regreso al castillo.

—¿Dónde está Severus, señor?

Dumbledore dio la vuelta con una sonrisa y le hizo un guiño.

—En el lago.

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Si yo también quiero un helado y que lo traiga Severus por favor jajjaja...

Pobre Dumby primero el susto que le Filch, diciéndole que se fueron a las duchas (acaso creyó que iban hacer una orgía en el baño jajjajajaja:oops: Embarassed

) si no mas se fueron a duchar y a ponerse a jugar inocentemente, por eso salio todo mojado, y porque mando a Sev tan lejos si no mas le mojo tantito jejejejjejeje

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