Tercer reto de drabble carnavalesco- día 6

No sé si con Bacanal lo he hecho bien. Es decir, si he entendido el significado

Título: ¿Estás bien?

Resumen: Harry va a convencer a Severus para bailar
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Severus estaba sentado en la mesa mirando a su alrededor. Todos estaban bailando, bebiendo vino y riendo. Vamos lo que se hace en la Bacanal. Él era el único que estaba sentado y a disgusto.

— ¿Sev cariño te lo estás pasando bien?— Harry llegó con dos copas de vino, entregando una de ellas a Severus.

—Muchísimo, ¿no se me nota?—le miró e hizo una sonrisa irónica.

—No

— ¿Que quieres Harry?

—Ven a bailar conmigo por favor—Harry le puso ojos tristes.

—De acuerdo.

— ¿De acuerdo? ¿No te vas a enfadar, a poner excusas o hacer berrinches?— preguntó sorprendido Harry.

—Si mi esposo quiere bailar, pues vamos a bailar.

La cara de Harry era todo un poema. Tenía todo un arsenal de excusas, bromas y frases romanticonas para convencerle y se encontraba con qué había aceptado a la primera.

—Estás bien Severus?— le puso una mano en la frente—. No tienes fiebre.

—Me encuentro perfectamente Harry. Ahora vamos a bailar.

Severus en su interior soltaba carcajadas. A veces era tan fácil de sorprender a su esposo que ni él se lo creía. Al final, estar en la Bacanal no sería tan aburrido si podía bailar sensualmente con su esposo.

Bueno, ayer no pude escribir el reto, pero hoy he tenido un ratito para dejar mi aportación. Le he dado otro sentido a la palabra bacanal pero espero que igualmente os guste.


TITULO: Mi anhelo

DISCLAIMER: Los personajes no son míos. Una pena.


Veo como tus oscuros ojos buscan en mi rostro la respuesta a la pregunta que ninguno de los dos se ha atrevido a formular. En un acto reflejo, mis mejillas se han teñido de carmesí con tu escrutinio y parece que eso ha sido suficiente para romper la estática dinámica.

Avanzas hacia mí, con tu máscara impenetrable, y siento que la duda embarga mi alma. Tal vez no debí haberte dicho nada. Retrocedo levemente,temeroso, pero tus dedos me lo impiden, cerrándose sobre mi brazo y acercándome contra ti.

Todavía indeciso, apoyas tu frente contra la mía mientras tus manos recorren suavemente mis facciones y mis rodillas flaquean.

Tu aliento cae sobre mi boca, cálido, acogedor, enloquecedor y cedo al impulso que me consume. Me apropio de tus labios y los uno a los míos en un beso breve que quiebra tu voluntad y despierta el deseo en nuestros cuerpos. Las lenguas se entrelazan en una danza desesperada mientras nos entregamos, complacidos, a una bacanal de gemidos y de uñas, que perfilan finas líneas en la sudorosa piel desnuda.

Entre jadeos, escucho tu voz ronca susurrar mi más profundo anhelo. Sonrío estúpidamente y pienso que yo también te amo, Severus.

Borrado

Y aquí vengo, que lo prometido es deuda.

La fiesta en casa del joven matrimonio Weasley estaba siendo divertida para todos, menos para Severus. Veía a su amante bailando por la sala con viejos compañeros de escuela. Pero él no se quedaba atrás. Tenía a Hermione agarrada de la cintura, mientras bailaban al ritmo de la música. No podía apartar los ojos de Harry, que se movía incansablemente entre los brazos de Draco. Movía su moreno cuerpo, apenas tapada por la escasísima tela de rombos plateados y negros, los músculos marcándose bajo su piel.

Poco a poco, de la misma forma que los innecesarios celos se apoderaban de él, fue acercándose a donde estaba la otra pareja hasta quedar a su lado.

—Creo que es hora del cambio de pareja. —Comentó en el oído de Harry, que sonriente se volvió hacia él, encajándose entre sus brazos.

El baile entre ellos se volvió más sensual. Harry enredaba los dedos en el cabello negro de Severus, con la cabeza apoyada en el hombro que tenía descubierto. Pero no eran los únicos que bailaban así. La fiesta se había ido convirtiendo en una bacanal, que llegaría a su máximo espledor si nadie le ponía remedio.

—Vámonos a casa, cariño.

Wow, yo también pensé que no iba a contestar este reto ^^

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Ver a todas esas personas beber sin parar y besarse fogosamente sin importar que los estuvieran viendo no era una vista encantadora. No para Severus Snape. Estaba en esa bacanal solo por una razón. Harry Potter, su esposo. Harry había querido ir para ver como eran ese tipo de celebraciones, y él le había complacido, aunque no le gustara ni en lo más mínimo la idea. Pero desde que se habían casado con el chico de ojos verdes, no le había negado un solo capricho.

Que manipulable era ahora.

Pero como no serlo cuando Harry ponía ojos de cachorro para complacerlo, y el caía sumiso ante esa mirada.

Y ahora lo veía bailar vestido de Baco con la Señorita Weasley, quien se había auto invitado junto con su novio Draco y su hermano Ron con su esposa Hermione. Y él pensaba que iba a ser una velada solo para su esposo y él.

Tan sumido en sus pensamientos estaba que no se dio cuenta que su esposo se había acercado y sentado en su regazo

-¿En qué piensas Sev?

-En que deberiamos irnos y celebrar nuestra propia fiesta privada

Harry mostró una tierna sonrisa y le indicó al puerta trasera.