Killer inside of mi (Snape-Snarry SONGFIC)

Historia inspirada en una canción que me gusta mucho y descubrí hace poco.

Disclaimer: Los personajes de Harry Potter y su universo son propiedad de J.K.Rowling.
La canción es propiedad de la banda o discográfica que corresponda.


Severus Snape nunca fue alguien a quien la vida le brindará sus favores. Desde antes de nacer, ya la cosa no andaba bien… nada bien. Su madre, Eileen Prince, se fugó de su seno familiar para casarse con un muggle que, más temprano que tarde, resultó ser un completo desgraciado. No conforme con maltratar a su esposa, Tobias Snape se las agarró con el pequeño Severus: golpes, insultos, ataques a su autoestima y mucho más, sufrió a manos de su padre.

Y las cosas no fueron a mejor una vez en la escuela. Gracias a su aspecto descuidado, su falta de socialización y el poco consuelo que tenía al saberse inteligente más que el promedio, ya que su madre le enseñó lo que sabía esperando que eso ayudará a su hijo, fue el centro de las burlas y bromas de un grupo de amigos, rivales de su casa.
Uno creería que al menos tendría un amigo sincero y si, lo tenía. Lily Evans, una encantadora niña de cabellos rojos y brillantes ojos verdes. Pero la sed de poder y reconocimiento de Severus fue más fuerte que su amistad. Y se desvió del camino. Hasta casi el punto de no retorno...


Severus había tomado la marca tenebrosa y, para honrar la ceremonia, su señor le dejó escoger la primera víctima. Y el no desaprovecho la ocasión: Tobias Snape estaba enfrente de su hijo, malherido y aturdido, pero muy consciente que de allí no saldría con vida.


Podía sentir toda la ira, todo el dolor y toda la rabia correr por sus venas. La satisfacción asomándose en sus labios al saber lo que haría al desgraciado que tenía en frente. Le haría pagar los ataques a su persona y a su madre, le haría suplicar por su vida. Y eso le hace sentir eufórico.
Tomo la primer respiración para concentrarse, apuntó su varita al rostro ajeno (tan parecido al suyo que le daba asco) y, con todo el odio de sus 19 años encima, grito la maldicion imperdonable: Cruccio.


Con cada grito, con cada blasfemia a su persona, con cada gruñido, se sentia mas poderoso, mas grande, mas excitado. Su padre se retorcía por el suelo, incapaz de mantenerse altivo como cuando era él quien ejercía el rol de victimario. Ahora los roles habían cambiado, Severus lo torturaba. Y pronto dejó libre su imaginación, ya no solo usando la imperdonable, sino muchos hechizos más y algunos de los que él mismo había creado para ese momento de su vida.

El Señor Tenebroso disfrutando el espectáculo, recordando su propia experiencia con su progenitor. Los demás mortifagos estaban vitoreando al nuevo recluta, algunos insultando al muggle en el suelo, otros dando ideas al verdugo.

Y, entre tantas voces, la voz interior de Severus, gritando extasiado por devolverle al hombre de 50 años, todo aquello que le hizo a su madre y a él. Disfrutando del dolor impartido por su propia mano.


Y entonces esa profecía, destinada a hacerlo cambiar su rumbo una vez más. Se sacrificó a sí mismo por la única persona que había amado aparte de su madre. Pero no fue suficiente y la perdió, con la culpa que sentía tras esa muerte juró proteger a Harry Potter. Pasaron los años,   el mago oscuro que había muerto regresó al cabo del tiempo, el se volvió espia y se convirtió en otro peón más de Albus Dumbledore.

Pero no podía dejar de sentir esa necesidad de dañar, de lastimar, al hijo de quien le había hecho miserable en la escuela; el hijo de James Potter y ahijado de Sirius Black, otro desgraciado que le fastidio la estadía en Hogwarts.
Aun después de percatarse que el joven no era lo que todos creían, lo que él había pensado por ser un Potter, siguió humillando al chico a sabiendas que no era lo mejor para su propia culpa. Pero la suerte quiso que el matrimonio Dursley se cruzara en su camino, en algún momento.

Y la oscuridad dentro de él quiso salir a jugar...
—¡Cruccio!
Los vio retorcerse, gritar y suplicar. Volvió a sentirse bien, por un minuto deseo que Harry lo viera vengar su dolor.


La batalla final, el acto último. Y se cerrará el telón de su vida… o al menos eso creía.
¿Cómo podía un ser oscuro como el obtener algo bueno como el amor? El no merecía ser feliz, él no era un buen hombre.

“Pero podrías serlo, ¿no te parece?” la voz madura de un corazón tan roto como puro le respondió. “Solo tienes que ser valiente” los ojos verdes reluciendo en espera.
“No puedo cambiar lo que soy… yo quiero ser así” la voz de Severus suena apagada, pero segura de sí misma.
“Y yo te quiero a ti…” las lagrimas caen de los ojos ajenos, Severus no puede hacer nada para impedir el dolor de esa alma atormentada por un amor tan tóxico.

Los gritos de los mortifagos retumbaban sus oídos, lo segaban a lo que le rodeaba más allá del círculo en el que él estaba. Les haría pagar, no mostraría piedad alguna, como no la mostraron por su pequeño león.

Cuando el rubio cabello de Malfoy se aparece por su rabillo del ojo, termina con la tortura. Presiente que sus verdaderas lealtades ya han llegado a los oídos del Lord, por eso su semblante altivo sale a relucir. Sabe que va a la orca y nada lo salvará de su destino, pero al menos se va tranquilo por cumplir con su promesa. Sin culpas, ya no hay porque sentir nada de eso.

Estaba listo para la última tortura que impartirá por mano propia.

Fascinante

Muchas gracias, BridgetR