Juntos por siempre. Capítulo 2.

CAPITULO 2


- ¡Harry! Harry, ¿Dónde estás?- preguntaba Hermione
Ella y Ron llevaban tiempo buscándolo. Hacía rato que la biblioteca estaba cerrada y que había pasado la hora de cenar y Harry no aparecía. Era prácticamente hora de dormir.
Ron y Hermione se empezaron a preocupar. Harry no estaba ni en la sala común, ni en el campo de Quidditch, ni en el baño de prefectos, ni en ninguna aula…
- ¿Donde puede estar?- preguntó Ron
- No lo sé, pero hay que encontrarlo rápido- dijo Hermione- ¿te has dado cuenta que últimamente Harry ha estado raro?
- Sí, es cierto- respondió Ron
- Yo creo que es que está enamorado, pero no quiere decir de quién- dijo Hermione
- ¿Que chica crees que será esta vez?- preguntó Ron
- ¿Chica? ¿Qué te hace pensar que es una chica?- preguntó Hermione
- Bueno, Harry no…
- Harry no ha dicho nada de que es gay, pero bien podría serlo- dijo Hermione- si no fíjate en como mira el culo de Malfoy o de Seamus cuando los ve…
- ¿Así, tu tienes la certeza de que Harry es gay?- preguntó Ron, incrédulo
- Bueno, la certeza no, pero estoy casi convencida de que sí, o por lo menos los hombres le atraen- dijo Hermione
Estuvieron un buen rato buscándolo y hablando a la vez, hasta que Ron paró en seco, con cara de asco.
- Hermione… imagínate que quien le gusta a Harry es Snape…- dijo Ron
Alguien que observaba des de las sombras, se asombró al sentir su nombre. Agudizó el oído, para sentir mejor.
- ¿El profesor Snape?… mmm… podría serlo, he visto que Harry a veces se lo queda mirando con cara de embobado
- ¡¿Qué?!- exclamó Ron, e hizo una arcada- ¡qué asco!
- ¿Por qué? Tampoco está tan mal, supongo que Harry lo encuentra atractivo…- dijo Hermione- piensa que el profesor le salvó la vida cuando lucharon contra Quién-Tu-Sabes. Talvez eso ayudó a que lo sintiera especial. No sé si lo ama, pero que ahora le tiene más aprecio, eso sin duda.
En la oscuridad, Severus entendía un poco mejor la situación, igualmente extraña. “Así, ¿le ha afectado tanto lo que le dije porqué me aprecia? No puede ser…” pensó.
Severus salió sigilosamente de allí, y empezó a buscar a Harry. Sus amigos habían buscado en algunos sitios, pero no en todos. Severus conocía un lugar que sabía que Harry utilizaba mucho cuando necesitaba pensar.
En realidad, no entendía por qué, Severus sentía la necesidad de saber más cosas del chico. Lo observaba, averiguaba donde iba, con quién, que le gustaba... Por eso sabía exactamente en qué sitio se encontraba Harry.
Llego al tercer piso, pasó tres veces por la puerta pensando en Harry, y la puerta se abrió. Vio que Harry estaba tumbado entre cojines, con marcas de lágrimas entre los ojos. Dormía. Tenía algo entre las manos, que arrugaba con fuerza. Severus rogó para que Harry no despertara aún, y susurró Accio. El papel arrugado llegó hasta sus manos… era una foto… una foto suya. De Severus Snape. Estaba mojada de lágrimas. Miró por detrás. Había dos palabras, con la letra inconfundible de Harry. Esas palabras eran cortas pero llenas de significado. “TE AMO”.
- Así, es cierto…- se dijo a si mismo. Sintió que su pecho se hacía más grande, algo estaba naciendo en él. Esperanza… Miró a Harry… tenía una cara triste, y los rastros de las lágrimas ya secas dejaban todo su rostro húmedo.
Severus suspiró. Se guardó la foto en su bolsillo y miró de nuevo a Harry. Parecía tan vulnerable, arropado por los cojines, con lágrimas en la cara. A Severus se le enterneció el corazón. Nunca nadie había derramado lágrimas por él. “Bueno, habrá que hacer algo… no puedo dejarlo aquí” pensó. Suspiró.
- Potter… Potter, despierte…- susurró con voz dulce
Harry abrió los ojos. Vio a Severus a su lado y se asustó.
- ¿Qué hace usted aquí?- preguntó.
- Buscarle- respondió éste- sus amigos han estado buscándolo por todas partes, pero no se les ocurrió mirar aquí. Los tiene muy preocupados.
- Estoy bien- dijo Harry
- Dígame, ¿qué estaba haciendo aquí?- preguntó Severus
- N… nada, señor- respondió Harry, bajando la mirada.
- No mienta Potter, tiene lágrimas en la cara- dijo Severus- ha estado llorando. ¿Qué le ocurre?
- No es nada, déjeme solo- dijo Harry, girándose hacia otro lado.
Severus, sin embargo, le puso una mano en el hombro. Harry sintió una calidez especial.
Harry se giró, pero no se atrevió a levantar la mirada. Severus le levantó la cara con delicadeza por la barbilla, y vio sus hermosos ojos verdes. Quiso limpiarle todas las lágrimas que había en ese hermoso rostro, pero cuando Severus quiso alargar la mano para limpiárselas, él se apartó, temeroso de que le hiciera daño.
- No voy a hacerte daño, tranquilo, no temas- le dijo Severus con voz tranquila.
Lo tuteó, y eso fue lo que convenció a Harry. Volvió a alargar la mano, y esta vez Harry dejó que lo tocara. Su tacto le hacía estremecerse y sonrojarse un poco, pero dejó que Severus le limpiara las lágrimas con sumo cuidado.
Cuando terminó, Harry no dijo nada.
- Harry, puedes contarme lo que te pasa, confía en mi- dijo Severus con voz dulce.
Harry lo miró a los ojos. Severus no apartó la mirada.
- No… no puedo…- dijo Harry
Entonces de los ojos de Harry empezaron a brotar lágrimas de nuevo. Severus se sorprendió. No esperaba ver a un Harry lloroso y tan vulnerable. Realmente estaba mal, muy mal.
Se acercó un poco más a él, y empezó a acariciarle el pelo suavemente. Al poco, Harry se vio rodeado por unos brazos fuertes, que lo protegían y consolaban.
- Shhh… tranquilo, estoy aquí, calma….- susurró Severus, atrayéndolo más hacia él.
Severus acomodó la cabeza de Harry en su pecho, dejando que éste escuchara el retumbar de su corazón; mientras le acariciaba el pelo y la espalda, para calmarlo. También le susurraba palabras al oído.
Pero Harry no se calmaba. Seguía llorando, sin parar. Severus entendió que Harry necesitaba desahogarse, así que dejó que llorara todo lo que quisiera. No deshizo su abrazo para nada, y lo sostuvo todo el tiempo.
Necesitó un rato, pero al final Harry se calmó. Severus lo separó de su cuerpo.
- ¿Mejor?- preguntó
- Sí, gracias- contestó Harry
Severus acarició su mejilla, limpiándole las lágrimas de nuevo. Sin previo aviso, acercó sus labios a la frente del joven, y le dio un dulce beso en la cicatriz que tanto le había marcado. Harry sintió el calor de su cuerpo aún más, y se sintió protegido, oliendo su aroma a hierbabuena. Harry deseaba estar siempre así…
- Vamos, tus amigos están preocupados- interrumpió Severus, levantándose, y extendiendo una mano a Harry para ayudarlo a levantarse
Harry aceptó la mano que Severus le extendía y se levantó, un poco de mala gana. Salieron de la Sala de la Necesidad. Harry iba mirando al suelo, y Severus iba a su lado, observándolo. Ese muchacho hacía tiempo que se le estaba colando en el alma y en su corazón de piedra. “Quién lo diría, el hijo de James…” pensó. Siguieron caminando, y Severus puso la mano en el hombro de Harry.
- Recuerda, no estás solo. Estoy a tu lado- le susurró al oído
Harry no dijo nada, pero por dentro agradeció a Severus.
Al llegar a la sala común, Hermione y Ron eran los únicos que quedaban. Al ver entrar a Harry seguido de Severus, se lanzaron a abrazarlo y a machacarlo a preguntas.
- Déjenlo en paz, está bastante decaído- dijo Severus antes de que Harry pudiera responder a cualquier pregunta- déjenlo descansar y si él lo desea, preguntadle lo que queráis mañana.
- Muy bien, señor- dijo Hermione
- Vamos Potter, lo acompaño hasta su cuarto- dijo Severus
- Gracias profesor- dijo Harry, dejándose guiar por la mano que Severus todavía tenía en su hombro.
Subieron los dos juntos. Severus guió a Harry hasta la cama, y le dio de beber una poción que Harry tenía en su botiquín particular. “Veo que al menos usa pociones buenas, este chico va aprendiendo” pensó Severus. Mientras Severus iba al baño, Harry se puso el pijama, y Severus, vigilando de no hacer ruido para que nadie los sintiera, ayudó a Harry a meterse en la cama. Antes de que pudiera darse media vuelta e irse, Harry le agarró de la manga de la túnica.
- Gracias profesor… por todo.
- De nada- dijo Severus. Se acercó un poco más a Harry y depositó un beso en la frente- buenas noches Harry.
- Buenas noches… Severus- dijo Harry, antes de caer dormido.
Severus se sorprendió un poco. Era la primera vez que Harry lo llamaba por su nombre… y sonaba tan bien de sus labios… sonrió bobamente, y dejó la habitación, con un Harry dormido en ella.
El profesor de Pociones bajó a la sala común, donde esperaban Ron y Hermione.
- Señores, sobretodo no lo atosiguen, y no le hagan responder preguntas que él no quiera, ahora necesita tranquilidad- dijo Severus- buenas noches
- Buenas noches, profesor- dijo Hermione
Severus salió por el retrato y se fue.
- Aquí pasa algo muy raro…- dijo Ron- Snape con Harry… eso es muy raro
- Sí, es raro, pero mejor lo preguntamos más adelante- dijo Hermione- dejemos a Harry en paz unos días.
- De acuerdo.
Arriba, en los dormitorios de séptimo, un Harry dormido, estaba teniendo dulces sueños con su odiado-amado profesor de Pociones.


Durante el siguiente día, Harry estuvo distante con Ron y Hermione, hasta que a la hora de comer, en el Gran Comedor, Severus vino a buscar a Harry, y a éste se le iluminó la cara cuando se acercó.
- Potter, esta tarde venga a mi despacho, quisiera hablar con usted- dijo
- Muy bien señor, allí estaré- dijo Harry, con la voz entrecortada.
Severus dio media vuelta y se marchó. Harry se lo quedó mirando con cara de embobado.
- ¿Vas a ir, Harry?- preguntó Hermione
- Sí- respondió, sentándose en la mesa de Gryffindor.
Después de comer, Harry fue a hacer los deberes, por si Severus tenía faena, y luego se dirigió a su despacho. Al llegar, picó a la puerta. Nadie abrió. Sin embargo, la puerta se abrió sola.
Harry entró con inquietud y curiosidad.
- ¿Profesor?- preguntó con un hilo de voz.
- Estoy aquí, Harry- dijo una voz detrás de otra puerta.
Al momento salió Severus de su cuarto privado. Se sentó en el sofá e indicó a Harry que se sentara a su lado.
- Bien Harry, quiero que me cuentes todo- dijo Severus- sé que estás mal, y no lo hablas con tus amigos. Debes hablar con alguien. Créeme, te sentirás mejor.
- No puedo profesor… no quiero molestar a los demás con mis problemas, y menos a usted… ya tiene suficiente con su trabajo- susurró Harry
Severus se acercó más a Harry, y empezó a acariciarle la espalda suavemente.
- No puedo obligarte a que me lo cuentes, y no lo haré- susurró- sin embargo, cuando estés preparado, que sepas que estaré a tu lado para cuando me necesites.
Harry asintió, agradecido. Se dejó llevar por los brazos de Severus, que lo sentó a horcajadas sobre sus piernas, y lo abrazó, como si fuera un niño pequeño. A pesar de haber derrotado a Voldemort y de ser un chico de 17 años, estando ya en la mayoría de edad en el mundo mágico, y a pesar de ser muy maduro para su edad; Harry en realidad era vulnerable e inocente, como un niño. Eso Severus lo sabía, y también sabía que debía hacer todo lo posible por ayudarlo. Se lo debía.
Severus miró hacia abajo cuando sintió convulsiones, y vio que Harry había empezado a sollozar. Se agarraba fuerte de la túnica de Severus, y temblaba.
Éste, lo levantó en brazos, sin dejar de abrazarlo y lo llevó a su cama. Allí, lo tumbó con mucha suavidad, y él se tumbó a su lado.
- Calma Harry, no estás solo- le susurró al oído, abrazándolo- shhh, estoy aquí, calma, calma…
Harry lloraba y lloraba, agarrado a la túnica de Severus, y mojándola de lágrimas. Éste lo abrazaba, dándole caricias, besos y palabras dulces para calmarlo.
Después de un buen rato, Harry se durmió, agotado. Severus miró su bello rostro. Parecía un ángel. Un ángel triste, pero ángel al fin y al cabo. Suspiró, y cerró los ojos, sintiendo el calor del cuerpo del joven junto al suyo.




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