Lucius tiene 95 años y vive en un geriátrico. Todas las noches después de cenar, se recluye en un sector apartado del jardín. Una noche, Sirius se le acerca.
Comienzan a charlar y Lucius le dice:
- ¿Sabes que es lo que más añoro de todo?
- ¿Qué?
- El sexo
Sirius exclama:
- ¡Viejo verde, pero si no se te levantaría, ni apuntándote a la cabeza con una pistola!
- Ya lo sé, pero me encantaría que me la sostuvieras, aunque sólo fuera por un rato…
- Bueno, puedo ayudarte- dijo Sirius; y dicho esto, le baja la cremallera, le saca suavemente el miembro y se lo mantiene en la palma de la mano.
Acuerdan encontrarse secretamente en el jardín cada noche, donde se sentarían a charlar un rato y Sirius se la sostendría un rato.
Una noche, sin embargo, Lucius no apareció en el lugar convenido. Alarmado, Sirius empezó a buscarlo por todas partes para asegurarse de que estuviera bien.
Terminó por encontrarlo sentado al borde de la piscina, junto a Remus, quien estaba sosteniéndosela. Furioso le increpó:
- ¿Qué tiene Remus que no tenga yo?
Lucius sonrió feliz y le contestó:
- ¡Parkinson!
Muhahahahahaha ¡cuanta crueldad!