La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 Allmas perdidas capítulo 2 Recuperando el aliento

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gabrielle62

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Reto one shot DIS 2015 Feliz cumpleaños Severus 2015 Maratón Junio 2014 [Reto de Fanfics]Renovación No tienes logos aún.
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MensajeTema: Allmas perdidas capítulo 2 Recuperando el aliento   Allmas perdidas capítulo 2  Recuperando el aliento I_icon_minitimeMiér Jun 04, 2014 4:32 pm

El corredor de San Mungo, nunca le había parecido tan largo, ni tan triste En los estrechos pasillos había colgados algunos retratos de sanadores famosos, iluminados por grandes globos de cristal llenos de velas que flotaban por el techo.

Faltaba poco para Navidad, y habían decorado el hospital. Las esferas de luz, habían sido pintadas de colores rojo y dorado asemejándose así bastante a las tradicionales bolas de navidad. También había acebo alrededor de las puertas y árboles de navidad en casi todos los rincones.

Harry estaba muy tenso, la espera era interminable tanto así que los minutos parecían horas. Era realmente angustioso no saber nada todavía. Lo único que les había dicho una sanadora vestida con una bata verde lima y la típica insignia de la varita y el hueso cruzados en el pecho, era que Severus permanecía en observación, que estaba estable pero que aún no podían permitirle que lo viese, que ya le avisaría.

¡Merlin bendito! De eso hacía más de dos horas y Ron y él continuaban desgastando el suelo del pasillo con sus nerviosos paseos, sin apenas hablar, a la espera de alguna noticia.

—Harry, deberías comer algo—sugirió Ron, que sabía que su amigo llevaba semanas durmiendo poco y comiendo aún menos por lo cual había adelgazado considerablemente y oscuras ojeras cercaban los ojos verdes. Ciertamente el aspecto de Harry no era el mejor.

La inquietud acerca de la situación de Severus, el no saber nada de nada durante todo el tiempo que estuvo secuestrado, el no poder ayudarle en forma alguna pese a ser el Jefe de Aurores y tener a los mejores hombres a su cargo, había causado estragos en Harry.

Ron, siempre a su lado, no solo como amigo, sino también como compañero de trabajo, había sido testigo de primera mano de la desesperación de su amigo por encontrar a su pareja. de cómo cada día sacaba fuerzas de flaqueza para organizar nuevas batidas para tratar de encontrarle, ante el menor indicio o pista.
Había sido testigo asimismo de como cuando ninguna de sus pesquisas daban resultado, Harry se hundía un poco más en la desesperanza. Por eso no le extrañó su respuesta…

—No Ron, te lo agradezco—contestó con voz tomada—.Ve tu en serio, yo no podría comer nada aunque lo intentara.

Al ver la cara culpable de su amigo, Harry se forzó a sonreír.

—En serio Ron, vete a comer tranquilo, te conozco y no soportaré tenerte cerca cuando tu estómago empiece a rugir a causa del hambre.

Ron enrojeció.

—Vale, pero volveré con algo de comer para ti, y entonces no aceptaré un no por respuesta. Harry mírate ¡Te ves terrible amigo!

—Imagino…—bufó Harry— ¿Y como quieres que esté Ron? Llevo un mes muerto de angustia y ahora que le tengo tan cerca, ni siquiera me dejan verle ¡Joder!—Harry temblaba, estaba tocando fondo, a punto de colapsar y Ron lo sabía. Le abrazó, y Harry soltó un brusco sollozo y se descargó en el consolador hombro de su mejor amigo de una parte de la tremenda angustia que soportaba…

Ron sabía que solo la certeza de que Severus se encontraba bien, podía devolver el alma al cuerpo de Harry.
Aún tuvieron que espera casi una hora hasta que finalmente un Medimago hizo su aparición.

—Puede pasar a verle Señor Potter. Solo usted por favor—dijo frenando el impulso de Ron de ir detrás Harry—-Lo siento señor Weasley, pero el señor Snape aún está muy delicado.
Ron observo con comprensión como Harry desaparecía raudo para ver a su esposo.

— ¿Qué le hicieron? ¿Le torturaron…?

— Casi le matan de hambre además le sometieron a tortura psicológica. Por lo visto su intención era volverle loco para que él mismo terminase con su vida. Las condiciones en que le trajeron eran terribles, el pobre hombre apenas recordaba quién era.

—Entiendo…

—Se pondrá bien Auror Weasley, pero necesitará tiempo.

—Claro, gracias por informarme…



&&&&&&&&&&&&



Tenerte me daba vida

Y ahora que te he perdido

Vivir no me importa nada,

Morirme me da lo mismo.



Te veré en el más allá,

Y aunque eso no suceda,

Solo quiero que lo sepas…

Nunca dejaré de amarte,

Ni en la otra vida siquiera.


Eras todo cuanto amaba,

Quien guiaba mi destino,

Mi aliento de cada día,

Mi gentil aura divino.



Si ya no estás a mi lado,

Si no te tengo conmigo,

Vivir pierde su sentido,

Morirme…me da lo mismo.


S. S.


Esta era la triste y trágica leyenda que encontraron escrita con sangre en una de las paredes del sótano donde había estado encerrado Severus Snape durante un mes entero. En el suelo con el horror aún pintado en sus ojos oscuros, yacía un hombre muerto desangrado víctima de un Sectusempra, a su lado, la varita que había terminado con su vida, su propia varita.

Se llamaba Stuart Inglebee, tenía cuarenta y cinco años, era muggle y mago. Estudió en Hogwarts y perteneció a Ravenclaw.

Harry no le había visto nunca.

Pero Ron conocía algo de su trágica historia gracias a su hermano Bill. Al parecer habían trabajado juntos para Gringotts durante una temporada, hacía ya varios años. Le contó a Harry todo lo que sabía de él.

—Su padre era muggle y fue miembro de la Orden del Fénix durante la primera guerra, le asesinaron los Mortífagos. Le encontraron hecho pedazos a él y su esposa en su propia casa y al parecer Stuart que entonces tenía unos cinco años, presenció todo escondido.

—¡Qué horror…!—exclamó Harry.

—Sí, pero eso no justifica lo que hizo...

—Lo único que tengo claro es que Severus no le mató, ¡Y menos de esa forma! ¡Conozco a mi pareja Ron!

—Sí, Harry yo tampoco creo que él lo hiciera, pero debes reconocer que todo está en su contra.

—Sí, lo sé pero ¿Sabes Ron? Algo no cuadra en esta historia. Si al menos Severus pudiera hablar y dar su versión de los hechos…pero sigue inconsciente.

—Se recuperará Harry, es un hombre fuerte, ha salido de otras lides peores que ésta.

—Eso espero Ron…eso espero—dijo Harry con voz ronca y los ojos más brillantes de lo usual. Continuaron investigando el lugar palmo a palmo para ver si encontraban alguna pista…algo que pudiera exonerar del todo a Severus.

El lugar era un pequeño sótano al que se accedía desde la vivienda a través de unas empinadas escaleras. La casa al parecer era de Stuart, pero no estaba a su nombre, así que nunca hubiesen dado con ella de no ser por una carta anónima que habían recibido vía lechuza en la Central de Aurores aquella misma mañana. Alguien les estaba dando ahora las pistas que hubiesen necesitado tiempo atrás, la pregunta era solo una ¿por qué ahora?

—Es una mujer…—había dicho Harry al acabar de leer la nota.

— ¿Cómo puedes estar tan seguro?

—Por su forma de expresarse…lee entre líneas Ron.

El pelirrojo leyó con más atención, y se dio cuenta de que su amigo tenía razón:

“Estimado señor Potter, tras pensarlo detenidamente he decidido ayudarle en su investigación. Sé donde estuvo encerrado el profesor Snape, no puedo decirle nada más, pero aquí le dejo la dirección…Atentamente.”

—Solo dime, si tu escribieses una nota de este tipo ¿pondrías estimado señor de saludo y atentamente de despedida?

—No

—Pues eso mismo pienso yo Ron. Es como si…¡Fíjate! muestra cierta empatía conmigo. No se, es como si me conociera…



&&&&&&&&&&&&



Ser el esposo del Jefe de Aurores del Ministerio y además Salvador del Mundo Mágico contaba. Severus nunca había sido tan consciente de eso como ahora. Por ese motivo no le habían encerrado en Azkaban y su reclusión era en su propia casa con Harry como guardián, algo que representaba un enorme alivio para él.

Llevaba ya dos meses esperando la celebración de su juicio. En ese tiempo se había recuperado bastante satisfactoriamente, aunque olvidar las vejaciones sufridas le llevarían más tiempo, jamás podría perdonarles que casi le volvieran loco al hacerle ver que su pareja había muerto.

Saber que Harry estaba vivo había sido un enorme alivio y una gran ayuda para su rápida recuperación. Él era un hombre fuerte, no tanto como se empeñaba en hacer ver, pero lo era, aunque serlo, no le libraba de las terribles pesadillas que aún le asaltaban muchas noches.

Afortunadamente Harry siempre estaba ahí para arroparle y consolarle en esos duros momentos.

Era curioso las vueltas que daba la vida, hacía unos años, al principio de su relación, era él quien tenía que calmar a su joven pareja de los terrores nocturnos que le asaltaban prácticamente cada noche. Todos ellos relacionados con Voldemort.

Las pruebas apuntaban a que había matado a uno de sus secuestradores, pues él sabía que al menos habían sido dos, pero no recordaba nada de sus dos últimos días de encierro, había una laguna en su mente respecto a ese periodo.

Harry pensaba que le habían hecho un Obliviate, pero aún no tenían la certeza. Podía deshacer el hechizo con facilidad pero no se atrevía a manipular en la mente de Severus, hasta que no pasara algo más de tiempo.

De todos modos Severus era consciente de que podía haber matado a aquel bastardo de haber tenido oportunidad, aunque él no era ningún asesino. Pese a lo que pudiese haber hecho a las órdenes de Voldemort, no lo era y punto.

En circunstancias normales nunca mataría a nadie a sangre fría y menos aún con un Sectusempra, morir desangrado, siendo consciente de cómo la vida te abandonaba y no poder hacer nada por evitarlo, era una horrible forma de morir.

Pero dado el estado al borde de la locura al que aquellos bastardos le habían conducido, de haberse presentado la oportunidad sabía que sí, que tal vez de haber tenido ocasión le habría matado tras saber que Harry estaba muerto.

En esos dolorosos momentos todo le daba lo mismo, pero de haberlo matado hubiese sido de un rápido y efectivo Avada, nunca de una forma tan cruel.

Era tan consciente de esto como la certeza que tenía de que él no le había asesinado pero…¿Cómo podía demostrarlo?

Tenía esa seguridad porque a pesar de que ese hechizo lo inventó él, desistió usarlo para siempre hacía muchos años cuando fue consciente de sus terribles efectos.

Aún recordaba al pobre Draco cuando Harry, ignorante de las consecuencias que el temible hechizo podía causar, se lo lanzó a Malfoy y casi le mata. ¡Gracias a Merlín, él había llegado a tiempo de salvar al chico rubio!

De todos modos, el hecho de haber usado ese hechizo le acaba de convencer de su teoría, el que había matado a Stuart le conocía. Sabía que al usar ese hechizo acusaría directamente a Severus.


Era muy aburrido tener que estar todo el día en casa sin poder salir para nada, pero aceptaba su situación lo mejor que podía.

Al día siguiente comenzaría el juicio contra él. Hermione Granger le defendería, no por nada era la mejor abogada del Mundo Mágico, labor que ejercía en la defensa a ultranza de los derechos de cualquier criatura mágica, especialmente de los elfos domésticos, y era un campo en el que había conseguido importantes avances, sobre todo para los licántropos.

Severus sonrió para sus adentros, Hermione le defendería, después de todo el también era un ser mágico, y aunque nunca se compararía con un elfo, con todo el respeto que estos le merecían. Estaba encantado, aunque por supuesto nunca lo reconocería, de que la mejor amiga de su esposo se hiciese cargo de su defensa ante el tribunal.

Aunque era plenamente consciente de que si no ocurría un milagro iría a dar irremediablemente con sus huesos a Azkaban. Acusado de actuar en defensa propia y en el peor de los casos de asesinato.
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MensajeTema: Re: Allmas perdidas capítulo 2 Recuperando el aliento   Allmas perdidas capítulo 2  Recuperando el aliento I_icon_minitimeVie Feb 13, 2015 7:10 pm

mmmm no se porque el unico nombre que se me viene a la mente es ginny...T_T mmmmmmmmm y osea porque hacen uun juicio cuando fue severus el afectado..T_T malditas leyes...
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