La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 Happy Birthday teacher capítulo 3 El retorno de Snape

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gabrielle62

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MensajeTema: Happy Birthday teacher capítulo 3 El retorno de Snape   Happy Birthday teacher capítulo 3  El retorno de Snape I_icon_minitimeSáb Mayo 31, 2014 2:16 pm


Notas del capítulo:
Pues aquí os traigo el tercer capítulo de esta historia que me está encantando escribir, me lo estoy pasando en grande con ella, solo espero poder transmitiros lo mismo a vosotras y que os guste tanto como a mí.

Muchas gracias a Row mi preciosa beta y a sus impagables consejos xD.
La razón jamás podrá hacer lo que el alma hace


La tienda de Harry no era demasiado grande pero sí muy acogedora, se notaba que Granger le había echado una mano en la decoración, tenía estilo. La estantería donde exponía sus creaciones estaba hecha de pequeños departamentos desiguales, cada uno mágicamente adaptado al tamaño de la figurita que exponía. El estante era de madera pintada con una suave pátina brillante que hacía que pareciese de oro, lo que lograba resaltar aún más la belleza de cada figurita. Severus, aún a su pesar, reconocía que le gustaba lo que veía. Detalles rojos aquí y allá, le daban aún más vida al conjunto y también un cierto aire retro, logrando que el cliente se sintiese rodeado de magia por todas partes. Severus reconocía que le gustaba lo que veía, aunque fuese todo tan Gryffindor. Bueno… también lo era Harry, el verdadero motivo por el que él estaba allí ahora.

Cuando se enteró que Harry había roto con Ginebra Weasley y, conociendo el verdadero motivo de la ruptura, que el joven prefería los hombres, decidió que era su momento de aparecer de nuevo en escena e intentar un acercamiento. Fue él quien desapareció y ahora había vuelto para intentar hacer entender a Potter cuales fueron los motivos de su huída, solo esperaba que le diese la oportunidad de explicarse, que le diese la oportunidad de demostrarle lo que realmente sentía por él. Sabía que no sería fácil acercarse a él, pero tenía que intentarlo, más que eso, tenía que lograr lo que había venido a buscar costase lo que costase. Llevaba años pensando que Harry era inalcanzable para él, ahora no estaba emparejado y era su momento.

Al fondo de la tienda, un bello arco daba paso a la otra especialidad de la tienda y también, según pudo apreciar, una de las debilidades de Harry. En el centro de la estancia había una fuente de chocolate* sobre una mesa redonda adornada con un delicado mantel de encaje blanco. Encima de él había dispuestos más de una docena de platos dorados, llenos de frutas y dulces para quien quisiera degustarlos que, al parecer, también se reponían mágicamente. Además había chocolate caliente en una chocolatera y jícaras* de porcelana y oro para degustar el dulce líquido. También había champagne y otros licores mágicos. Todo el conjunto estaba dispuesto con bastante estilo. Los bombones y chocolates mágicos estaban dentro de preciosos tarros de cristal bellamente decorados que abarrotaban las estanterías.

Harry observaba a Snape apoyado en el arco que separaba ambas estancias, tenía los brazos cruzados y su mandíbula estaba tensa, todo él lo estaba. No sabía qué hacía Snape allí ni que pretendía, lo que sí sabía es que a pesar de los años transcurridos, le seguía alterando como nadie más lo lograba. Eso no había cambiado. Snape, le ponía muy nervioso. Deseaba que se fuera. Caminó hacía el mostrador de la chocolatería y fingió estar muy ocupado buscando algo.

— ¿Ha terminado su inspección?—masculló mientras rebuscaba en un cajón, sin mirar a Snape en ningún momento.

—Me gusta tu tienda Potter, es tan…tú—susurró tan cerca de sus rostro que no puedo evitar sobresaltarse. Allí estaba Snape, inclinado sobre el mostrador, tan cerca de su rostro que parecía…Casi sufre una conmoción ante su cercanía y ante sus palabras. ¿De verdad acababa de reconocer que él había hecho algo bien, algo que le gustaba? ¡Inaudito! Aunque lo que más le sorprendía era que su opinión le importara después de todo.

Reacciona Harry ¿Estás tonto o qué? pensó.

—Si ha terminado, Snape, es tarde, estoy cansado y quiero irme a casa—dijo mientras fingía recoger unas cosas, mostrándose lo más indiferente posible, aunque le temblaban las rodillas.

—Tranquilo Potter ya me voy, pero volveré… Quiero esa cierva.

Así que eras eso, ese era todo su interés, recuperar la figurita, pues lo llevaba claro.

—No está en venta.

—No pretendo que me la venda sino que me la dé, según mi punto de vista me pertenece, la hizo para mí—dijo Snape en tono glacial, pero Harry no se arredró.

—Usted no la quiso entonces y ahora no tiene caso, yo la creé, es mía y se queda donde está. Y ahora si no le importa ¡Haga el favor de volver a dónde quiera que haya estado todo este tiempo y déjeme en paz!

—Me equivoqué al rechazar su regalo, pero entonces…no podía aceptarlo—ahora su voz denotaba tristeza, pero eso por alguna extraña razón enfureció más a Harry.

— ¿Por qué no pudo aceptarlo? ¡Era solo un regalo! No lo quiso porque era yo quien se lo enviaba ¡reconózcalo de una vez y terminemos con esto!

—Se equivoca Potter…

— ¡No, no me equivoco! Si cometí alguna equivocación fue la de ser un incauto adolescente que quería darle las gracias por todo lo que hizo por mí, usted rechazó mi regalo y desapareció sin dar explicaciones a nadie, y ahora aparece seis años después y pretende… ¿Qué quiere Snape? ¿que le perdone? no tengo nada que perdonarle, porque nada me importa ya lo que sucedió entonces. ¡Ha pasado mucho tiempo y no tiene ningún sentido remover aquello, al menos no para mí!

—Está bien Potter, será como quiere, ya me voy, pero no se va a librar tan fácilmente de mí.

Harry soltó un bufido. ¡Estaba harto!

— ¡Haga lo que quiera, pero márchese de una vez!

Snape le obsequió una mirada helada y se dirigió a la salida.


&&&&&&&&&




Harry contemplaba a través de la ventana de su dormitorio la nieve que caía sin cesar, cubriéndolo todo con su espeso manto. Tenía insomnio, algo que no le sucedía desde hacía años y todo era culpa de Snape ¿por qué había vuelto precisamente ahora? Harry no lo entendía y menos aún se entendía a sí mismo ¿por qué diablos dejaba que él le alterase de la forma que lo hacía? Siempre había sido lo mismo, Snape le imponía con su presencia, con su negra mirada, le perturbaba con su voz distinta a todas, y con sus movimientos suaves y elegantes. En el pasado, a veces, le daba incluso miedo, pero ahora era distinto, ya no era un crio; no obstante su presencia le trastocaba como nadie más conseguía hacerlo y no poder controlar la situación le sacaba de quicio.

¿Qué quieres de mi Snape? se preguntó por milésima vez sin encontrar una respuesta satisfactoria.

Fue hasta la cocina para tomarse un vaso de leche caliente a ver si de esa manera, lograba conciliar el sueño.

Harry siempre decía que la cama servía sólo para dos cosas, para dormir o para follar y como ahora mismo no podía hacer ninguna de las dos, era incapaz de continuar acostado dando vueltas y desesperándose, así que unas dos horas después de tomarse el vaso de leche, volvía a estar mirando por la ventana contemplando otra vez el nevado paisaje y esperando que amaneciera de una buena vez.


&&&&&&&&&




Snape no apareció en las dos semanas siguientes y Harry no tuvo demasiado tiempo de echarle de menos tampoco. La tienda era un éxito y la chocolatería estaba llena a rebosar tanto que Elora Kendrik, la joven y eficiente camarera que la atendía, apenas daba abasto a reponer el dulce género que vendían y atender a los clientes. Harry se encargaba personalmente de los que se interesaban por sus figuritas y también estaba cansado, pero feliz, porque tenía muchos encargos por hacer, lo que le satisfacía enormemente, pero era más duro de lo que había supuesto en un principio. Le preocupaba no acabar los pedidos a tiempo.

Hermione se ofreció a ayudarle, era uno de los mejores abogados del Mundo Mágico, pero ahora estaba embarazada de su primer hijo, que ya sabían que sería una niña, y había decidido tomarse el tiempo que hiciera falta para disfrutar de su embarazo y su bebé, sólo que… se aburría como una ostra, necesitaba ocupar su tiempo en algo más que atender su casa y preparar la canastilla * y le propuso a Harry echarle una mano en el negocio dos o tres horas al día, para que él tuviese más tiempo de realizar los encargos. Su amigo aceptó con reparos.

—Pero… ¿no será demasiado para ti Hermione? No quiero que hagas nada que perjudique al bebé.

— ¡Eres peor que Ron! Y créeme, eso es mucho decir. Me servirá de distracción, será como un hobby para mí, por favor Harry…—suplicó—Elora y tú necesitáis ayuda ¿y quién mejor que yo para hacerlo? Mientras haces tus nuevas figuritas yo procuraré que todo esté en su lugar y que luzca lo mejor posible, me encanta organizar, ya lo sabes, por favor…día que sí, me servirá de distracción.

—Y lo harás perfectamente de eso no tengo dudas, te encanta organizar y mandar…—apostillo Harry sonriente.

— ¿Qué dices?—preguntó su amiga frunciendo el entrecejo.

—Que eres una mandona, Hermione, lo llevas en la sangre y si no estás organizando la vida de la gente que quieres no estás tranquila—dijo Ron que acababa de aparecer abrazándola, la besó suavemente en los labios y la joven sonrió.

—No lo reconoceré ni en un millón de años—se defendió divertida. A continuación abrió mucho los ojos y exclamó— ¡Ay mi madre…! ¿Ése no es Snape?

Ante la exclamación de Hermione, los chicos miraron sobresaltados hacia la calle.

Llevaban una semana preparando el local al lado de la tienda de Harry, algo que el joven pensaba que era algo muy bueno, pues cuanta más vida le dieran los comercios a la pequeña plazoleta del centro del pueblo, mejor. Le habían cotilleado que iba a ser una especie de tienda de té y libros o algo así. A Harry el té no le gustaba especialmente, prefería el café y el chocolate, pero bueno…

Al parecer, acababan de inaugurar la tienda al lado la suya y era nada menos que Snape quien estaba colocando a golpe de varita el letrero de la misma: Potions, books and a cup of tea

Harry sintió como la ira inundaba su pecho, si aquel hombre se había propuesto joderle la vida, no le saldría gratis.

— ¡No puede ser!—exclamó Ron palideciendo tanto que sus pecas resaltaban en su cara más que nunca, mientras Hermione se tapaba la boca con una mano para intentar disimular la risa y Harry…Harry acababa de abandonar su tienda como una exhalación para enfrentar a Snape.



*la fuente de chocolate de Harry:
http://valencia.olx.com.ve/alquiler-de-fuentes-de-chocolate-y-coctelera-iid-71107921


*jícaras de chocolate y oro
http://www.chocolatesstmoritz.com/curiosidad01.php?id=18
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http://elescondrijodegaby.jimdo.com/
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MensajeTema: Re: Happy Birthday teacher capítulo 3 El retorno de Snape   Happy Birthday teacher capítulo 3  El retorno de Snape I_icon_minitimeMar Feb 10, 2015 11:14 pm

jajajajaj ese harry ahora si que creo eso de que estaaa requeeetee ciejo..que no puede ver que sev esta tratando de ganarse su kokoro..u_u..XD
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