La Mazmorra del Snarry
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La Mazmorra del Snarry


 
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La Mazmorra del Snarry... El escondite favorito de la pareja más excitante de Hogwarts

 

 Mi único amor. Capítulo VII. Dudas

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Sol
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Sol


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MensajeTema: Mi único amor. Capítulo VII. Dudas   Mi único amor. Capítulo VII.  Dudas I_icon_minitimeMiér Nov 18, 2009 3:06 pm

Título: “Mi Único Amor”


Personajes: Harry Potter/Severus Snape


Disclaimers: Los personajes no me pertenecen, son de propiedad de J.K. Rowling, sólo los tomo prestados para divertirme con ellos, no percibo ningún beneficio económico.


Advertencia: Este es un Universo Alterno, los personajes se escaparon del Potterverso y aceptaron ser protagonistas de esta historia en un mundo sin magia.



Adaptación de la novela de Barbara Cartland




Capítulo 7. Dudas


Charly acababa de abandonar el apartamento. Habían pasado tres horas desde que Harry se había marchado dejándolos a solas. El asunto había ido tal como lo había previsto, sexo salvaje y desenfrenado. Charly como siempre se había mostrado deseoso de complacerlo, se avergonzaba de sí mismo, pues no había sido precisamente gentil con el pelirrojo, sin embargo no había recibido ni una sola queja, al parecer Charly había interpretado aquello como una muestra de lo mucho que era extrañado. Severus sabía que durante esas tres semanas no había pensado en Charly ni una sola vez, porque todo su tiempo y pensamientos eran ocupados por Harry, conocía al chico de ojos esmeraldas hacía dos meses y, sin embargo, sólo ahora entendía que su suerte había estado echada desde aquella tarde en que había visitado el internado por primera vez en tantos años y ese chico al que él ni siquiera recordaba se había echado en sus brazos con una calidez e inocencia que lo habían sorprendido.


Amaba a Harry, ahora lo sabía con total y absoluta certeza, ese “tal vez” que le había rondado en más de una ocasión, ese “quizá” que le había hecho entrever la posibilidad de amar por primera vez en su vida, ahora se convertían en algo certero, lo aceptaba con total honestidad, estaba enamorado de Harry. Había ido a la cama con Charly convencido de que deseaba al pelirrojo pues había pasado más de tres semanas sin sexo, pero una vez que se encontró en el lecho, sintiendo las expertas manos de Charly recorrer su cuerpo, el sentir los besos húmedos y apasionados en su boca, le habían aclarado la mente y el corazón. Mientras llevaba a cabo todos aquellos gestos que no eran sino una imitación del amor, pensaba en Harry, deseaba que fuera Harry el que estuviese en sus brazos; y luego del momento cúlmine, cuando la pasión de su compañero había dejado de ejercer control sobre sus sentidos, se había sentido miserable y vacío, apagándose el ardor de su cuerpo de un golpe.


Amaba a Harry, pero el chico de ojos esmeraldas no lo amaba a él, Harry jamás sentiría ni siquiera algo parecido a lo que experimentaba él, pero nadie era culpable de eso, las cosas eran así y sólo le quedaba resignarse. Sin embargo, el no tener dudas en el corazón no haría que las cosas fuesen más sencillas, todo lo contrario, ahora que había aceptado sus sentimientos, debería más que nunca recurrir a toda su fuerza de voluntada para no delatarse, debía dominarse al estar con Harry, para no cometer una locura, para no hacer algo irreparable que pudiera estropear esa hermosa relación que habían forjado en tan poco tiempo.
Charly se había marchado totalmente confiado en que todo seguía como siempre entre ellos. Pero ahora Severus sabía que debía tomar una decisión definitiva, no podía amar con el corazón a Harry y con el cuerpo a Charly, ahora que ya había descubierto la verdad de su corazón no podía continuar su relación con el pelirrojo, si lo hacía, en cada ocasión que estuviera con Charly quedaría con el corazón tan dolido como lo tenía ahora, no era justo, pero ya no era libre.


Había pasado mucho rato y él aún seguía tendido en la cama, con el paso de los minutos su amargura iba en aumento. Recordó que durante esas tres semanas en muchas ocasiones Harry había dormido en esa cama, ya no era digno de tener al chico ahí otra vez, aquel lugar en que Harry había descansado su inocencia y dulzura había sido profanado por la lujuria, él no merecía la cercanía de alguien tan puro como lo era ese chico maravilloso, todo en él estaba manchado. Finalmente hizo un esfuerzo y se levantó, sacó toda la ropa de cama y la llevó hasta la lavadora, luego se fue a la ducha y con agua y jabón quiso borrar las huellas de su traición, no era a Harry a quien había traicionado, sino a él mismo, a su corazón y ya podía repararlo.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~


Harry miró su reloj ya iban tres horas desde que había dejado el apartamento, quería regresar estaba seguro de que Severus había tendido suficiente tiempo para estar con Charly. Tenía una sensación extraña en el estómago, no había podido apartar ni un instante aquellas imágenes de su mente. Esa visión de Severus y Charly juntos en la cama se repetía una y otra vez, pero también le invadía esa desazón inexplicable y el loco deseo de ser él quien compartiera esa intimidad secreta con Severus. No se comprendía a sí mismo, se preguntaba que había sucedido como para que despertaran en él tales sentimientos ¿Qué deseaba realmente de Severus? ¿A qué aspiraba su corazón? Vivía en una intimidad casi total con el hombre de ojos negros, pero a pesar de ello parecía que algo más faltaba, la cercanía, esa convivencia estrecha tal parecía que ya no era suficiente, algo que tenía miedo de precisar, ese algo podía ser el amor.


Severus estaba a punto de salir a buscar a Harry cuando, con alivio, pero ciertamente avergonzado vio entrar al chico de ojos esmeraldas, por primera vez no se atrevió a mirarlo a los ojos. Ahí estaban uno frente al otro, pero sin ser capaces de mirarse, Severus desviaba su vista hacia la alfombra mientras Harry miraba sus manos.


—Estaba a punto de ir a buscarte —dijo Severus, intentando sonar normal —, lo siento no debí permitir que salieras así.

—No te preocupes, hace mucho que no veías a Charly era lógico que desearan estar a solas —dijo Harry mirando a Severus, pero sin que sus ojos llegasen a toparse con los negros, pues apartó la mirada al instante.


Severus no respondió, sólo una ligera contracción de sus labios reveló que el hecho de que Harry se mostrara tan comprensivo no le aliviaba en lo absoluto.

Harry por su parte se sentía incómodo, no entendía porque, pero no le agradaba sentirse así, se preguntaba si esas inquietudes que habían despertado en él serian las que estaban comenzando a levantar un muro invisible entre Severus y él. La duda había nacido y era necesario despejarla, sino lo hacía aquel silencio que los rodeaba en ese momento se haría más profundo y permanente.


—¿Aún quieres salir Harry? Ya está oscureciendo y…

—Sí, quiero salir… no quiero estar aquí —dijo Harry rápidamente y casi sin pensar.


Severus lo miró con algo de asombro y también con cierta tristeza.


—Bueno… podemos ir… no sé, donde tú quieras.

—Sí… voy a darme una ducha no tardo —fue toda la respuesta del chico.


Severus le siguió con la mirada, tenía ahora un dolor en el pecho que nunca antes había experimentado, se dejó caer en el sofá abatido, estaba perdiendo a Harry, eso era lo que su corazón le gritaba, pero como podía perder algo que nunca había sido suyo en realidad.


Harry entró a la habitación y cerró la puerta, sin encender las luces se sentó en la cama, una confusa tristeza lo embargaba, hasta el momento había sido tan feliz junto a Severus, no quería que eso cambiara, no quería perturbar la vida del hombre con sus niñerías y dudas. Necesitaba hablar con alguien de lo que le sucedía, pero a quién podía recurrir, Severus no podía ser obviamente porque era precisamente él quien había detonado ese conflicto suyo, no tenía a nadie, sus amigos estaban lejos y además tenían su misma edad, difícilmente podían aconsejarlo de forma sensata. De pronto una idea le iluminó la mente, tal vez Lucius pudiera ayudarlo, aquella vez en que había huido del apartamento, luego de encontrar sorpresivamente a Severus en compañía de Charly, el hombre rubio había actuado amistosa y comprensivamente con él. Sí, era con él con quien debía hablar, tal vez no pudiera darle consejos, pero al menos Lucius estaría dispuesto a oírlo y ya sin duda eso era bastante.


Salió sigiloso de la habitación y entró a la de Severus, cerró cuidadosamente la puerta y luego fue hacia el teléfono y marcó el número que había aprendido de memoria.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~


Hacía rato había perdido la cuenta de las veces que se había fijado en su reloj, eran casi las ocho y Harry aún no bajaba de la habitación, no le molestaba esperar, pero sin duda la demora del chico le tenía nervioso como nunca antes. Finalmente le oyó bajar la escalera con calma, vistiendo unos jeans negros con una camiseta blanca; para Severus no pasó inadvertido el hecho de que Harry cada vez que iban a salir a algún sitio le preguntara como se veía y esta vez no lo había hecho, este detalle nimio hizo que el corazón de Severus se apretara aún más.


—Ya estoy listo —dijo Harry mirando su reloj.

—Bueno… entonces nos vamos ya —dijo Severus.


Antes de que Harry pudiera responder sonó el timbre, Severus miró extrañado hacia la puerta mientras Harry la abría. Lucius con un aspecto inmaculado entró al apartamento.


—¡Ah! Ya están listos… genial —dijo el hombre rubio a modo de saludo y en tono alegre.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Severus algo confuso —. Dijiste que tenía otros planes para esta noche.

—Sí, pero decidí postergarlos… Harry te ves muy bien —dijo Lucius con naturalidad, dándole una mirada rápida al chico.

—Gracias —respondió Harry.

—Bueno si están listos nos vamos… el taxi está esperando… ah y esta noche el lugar lo elijo yo —dijo Lucius.


Severus no quiso objetar nada ante el entusiasmo de Lucius, la silenciosa tensión que había entre Harry y él, necesitaba de la compañía de un tercero para poder aliviarse un poco.


Salieron del apartamento y abordaron el mismo taxi en el que había llegado Lucius y que esperaba con la puerta abierta.


No tardaron mucho en llegar al barrio del Soho, se bajaron del taxi y Lucius los condujo por la calle medio abarrotada, Harry sonreía feliz ante la animación que reinaba en el lugar, mucha gente joven buscando diversión. Justo cuando iba a preguntar a que local entrarían Lucius se detuvo frente a un sitio llamado “Eros”, era un bar gay.


Severus estaba sorprendido al ver el lugar al que los había llevado Lucius, no creía que fuera un buen lugar para Harry.

—No estarás pensando en entrar ahí supongo —dijo Severus mirando al rubio seriamente.

—Por supuesto que sí, no vine hasta aquí para quedarme fuera —respondió el hombre rubio alegre.

—¿Harry, sabes qué tipo de lugar es este? —preguntó Severus a Harry.

—Sí lo sé, Lucius me dijo que era muy divertido y quiero conocerlo —dijo el chico.

—No hay más que decir entonces —dijo Lucius y fue el primero en cruzar la puerta del local.


Harry no dudó en ir tras de Lucius y Severus no tuvo más remedio que seguirlos.


Como era temprano según Lucius el lugar no estaba totalmente repleto, la luz era algo tenue y le daba un aire de intimidad al ambiente, la música que sonaba en ese momento era muy movida y muchas parejas bailaban sobre una pista que tenía forma circular y que según lo que explicó Lucius a Harry se movía tan lentamente que nadie lo percibía. Las mesas se esparcían en el lado opuesto de la pista, en el centro estaba el bar que dividía los dos ambientes y permitía un buen campo visual hacia todo el lugar.


Los dos hombres mayores y el chico se abrieron paso en medio de la gente que circulaba entre los dos ambientes sin mayor dificultad. Recibieron bastantes miradas hasta que alcanzaron una mesa y tomaron asiento.


Harry no podía dejar de mirar con cierto asombro en derredor, nunca en su vida había estado en un bar donde las parejas de los hombres, fuesen otros hombres.


—¿Y bien Harry, qué te parece? —preguntó Lucius.

—Esta muy bien… es diferente —dijo Harry y luego, mirando a Severus —, de seguro que Charly y tú ya habían venido aquí.


Severus no deseaba oír el nombre de Charly cada dos por tres y menos pronunciado por Harry, eso le hacía sentir más culpa.


—Sí, vinimos algunas veces —dijo el hombre de ojos negros.

—Harry aquí no hay meseros —explicó Lucius —, uno mismo va hasta la barra y pide lo que desea tomar.


Harry sólo asintió con la cabeza.


—Severus… porque no vas por los tragos, yo beberé un “whisky en las rocas”… y tú Harry ¿qué deseas tomar?

—Una cerveza estará bien.


Severus miró con cierta sorpresa a Harry, pero no dijo nada.


—Sólo faltan dos días para mi cumpleaños, no creo que haya mucha diferencia, si alguien cree que soy muy joven para beber que hable contigo, eres mi tutor —dijo Harry de corrido.


Severus sólo asintió con la cabeza y se levantó para ir a la barra.


En cuanto Lucius vio que Severus se alejaba miró al chico con atención.


—¿Y bien Harry, soy todo oídos, de que necesitabas hablarme?


Harry dejó de seguir con la mirada a Severus y fijó su vista en Lucius.


—Necesitaba hablarte de Sev.

—¿Qué sucede? No sé si fue idea mía, pero creí notar cierta frialdad entre ustedes, sucedió algo eso es evidente.

—La verdad no estoy seguro Lucius… creo que es mi culpa —dijo Harry esta vez desviando la mirada.

—¿Culpa de qué Harry?

—Esta tarde vino Charly otra vez.

—¿De verdad? Pero si no sabía la dirección nueva de Severus.

—Pues es evidente que la averiguó de alguna forma —dijo Harry con un tono extraño del que se sorprendió él mismo.

—Bueno eso lo entiendo, pero que sucedió en esa visita, hubo algún problema con Charly.

—No ninguno… yo… bueno Sev y yo estábamos por salir cuando llegó Charly, yo comprendo que es el novio de Sev y… por eso necesitan estar juntos, hace semanas que no se veían por eso los dejé solos en el apartamento.

—Ah ya entiendo… no digas más Harry, supongo que otra vez sientes que estás estorbando en la vida de Severus, pero yo te aseguro que no es así, tú has hecho feliz a Severus como nadie, yo lo sé mejor que cualquiera —dijo Lucius con una sonrisa.


En ese momento llegaba Severus con los tragos y los puso en la mesa.


—La siguiente vez tú vas por los tragos —dijo Severus.

—Claro, no hay problema —dijo Lucius, recibiendo el vaso de whisky.


Harry bebió el primer sorbo de cerveza de su vida, y le pareció estupendo, Severus no dijo nada, pero le había pedido una cerveza de la más baja graduación alcohólica, no quería que la primera vez en que Harry bebiera terminara emborrachado.


Lucius sabía que con los tragos las conversación entre Harry y Severus se haría más distendida, no se equivocó al poco rato Harry se veía alegre y relajado como lo era habitualmente.


Harry no dejaba de mirar a las parejas que bailaban en la pista, en un principio los observó medio avergonzado, sólo mirando a hurtadillas, pero luego se dijo que era tonto actuar así, pues ya había visto a dos hombres haciendo mucho más que bailar y besarse. El ver a todas esas parejas que parecían tan enamoradas hizo que se despertaran con más fuerza esas dudas en su corazón, deseaba aclarar sus ideas, necesitaba que alguien le explicara que le ocurría.


Severus no podía apartar su mirada de Harry, trataba de imaginar que pensaba el chico al mirar a esas parejas en la pista.


Lucius, sonreía para sus adentros al ver a Harry, no había imaginado posible que el chico llegara a sentir algo más que cariño por Severus, pero había creído notar algo de celos en las palabras de Harry al referirse a la visita de Charly, tal vez estuviera equivocado, pero tal parecía que los sentimientos del chico comenzaban a sufrir una transformación para suerte de su amigo.


Harry dejó de mirar a las parejas que bailaban, necesitaba aclarar sus dudas y esa era una buena excusa para hacerlo.


—Lucius… ¿Quieres bailar conmigo? —preguntó Harry en tono natural.


La pregunta sorprendió tanto a Lucius como a Severus. El hombre rubio estaba seguro que si Harry deseaba bailar se lo pediría naturalmente a Severus, no a él. Severus se sintió por otra parte algo dolido, aunque comprendía que luego de la visita de Charly era lógico que si Harry deseaba bailar no se lo pediría al hombre que había tenido sexo con otro esa misma tarde.


Lucius no pudo evitar mirar a su amigo, pidiendo su aprobación pese a que estaba seguro de que no podía negarse. Severus se limitó a sonreír para dar a entender que no tenía inconveniente.


Fue el mismo Harry quien tomó de la mano a Lucius y lo llevó hacia la pista de baile, la música era lenta ahora, el rubio sin querer confesarlo del todo se sentía algo cohibido y torpe lo cual era toda una sorpresa para él.


Las demás parejas que bailaban acogieron con una sonrisa a la nueva que se les unía, mucho le dieron una mirada bastante lujuriosa al rubio, que simplemente no las vio pues estaba más preocupado de que tendría que abrazar a Harry.


El chico sin más y como si fuese la cosa más normal del mundo le echó los brazos al cuello al rubio tal como hacían los otros con sus parejas de baile; Lucius se quedó algo sorprendido.


—Puedes abrazarme… no tengo problema —dijo Harry con una sonrisa.


Lucius con una timidez que no le era propia, enlazó la cintura de Harry sin apegar demasiado su cuerpo al del chico, no podía dejar de pensar que la mirada de Severus estaba celosamente fija en él y atenta a todos sus movimientos.


—Sí… esta bien, pero no creo que debamos bailar demasiado apegados, Severus podría molestarse —dijo Lucius.

—¿Realmente crees que se molestaría?—preguntó Harry.

—Bueno la verdad yo creo que sí.

—¿Y por qué lo haría tú eres su amigo?

—Es cierto, pero tú eres muy importante para Severus y…

—¿Crees que pudiera llegar a sentir celos? —preguntó Harry.
Lucius miró sorprendido a Harry.


—¿Qué tipo de celos? —preguntó el rubio.

—No lo sé…


Harry apartó la mirada medio avergonzado.


—Puedes hablarme Harry… hazlo con toda confianza, te aseguro que cualquier cosa que me digas quedará entre los dos —dijo Lucius, deseando alentar al chico para que confiase en él.

—Hoy me sucedió algo extraño cuando vino Charly.

—¿Qué fue eso?

—Yo comprendo que Sev necesita estar con su novio… me he dado cuenta que lo extraña.

—¿Lo extraña? —preguntó Lucius medio incrédulo —. No sé Harry, pero a mí me parece que no lo extraña para nada.

—Claro que sí… Sev… él… algunas noches…

—Sí —dijo Lucius picado de la curiosidad como nunca.

—Pues él… a veces cuando yo duermo en su cama… pues él se levanta al baño… y… ya sabes hace esas cosas que ayudan a… a un hombre a sentir alivio… creo que tú entiendes.


Lucius guardó silencio, no pudo evitar imaginar a su pobre amigo levantándose a las tantas de la noche para desahogar la tensión sexual que sin duda le despertaba el chico al dormir en su cama. Tuvo ganas de reír a carcajadas, sin embargo hizo un esfuerzo y se reprimió.


—Eso no tiene nada del otro mundo Harry, todos los hombres hacemos eso, sobretodo cuando tenemos tu edad —dijo Lucius apelando a toda su seriedad.

—Sí, yo lo entiendo.

—El que Severus haga eso no significa que este desesperado por Charly, ya te lo dije aquello es parte de nuestra naturaleza. Pero aún no comprendo porque eso te aproblema tanto Harry.

—No es eso… lo que pasa es que hoy… cuando dejé a Sev y a Charly a solas, me fui al parque y… cuando estaba ahí no pude evitar imaginar lo que ellos estaban haciendo.

—Bueno… eso es casi lógico.

—Lucius… no podía apartar de mi mente esa imagen de Sev con Charly aquella vez que los descubrí en el apartamento, pero eso no es lo peor… no podía dejar de imaginar que era yo quien estaba con Sev… quería ser yo quien estuviera con él de la misma forma como lo estaba Charly aquella vez —dijo el chico mientras sus mejillas enrojecían.


Lucius no pudo ocultar el asombro que le causaron las palabras del chico, lo observó por un instante.


—¿Te molesta sentirte así Harry?

—La verdad no lo sé.

—¿Qué es lo que te preocupa? El tener esos sentimientos con otro hombre o tenerlos con Severus.

—Tenerlos con Sev —dijo Harry seguro.

—¿Y eso porque es tu tutor?

—No es por eso, dentro de unos días seré mayor de edad… es porque me da miedo que estos sentimientos puedan lastimar a Sev… me da miedo que él no lo comprenda… la verdad no sé… creo que estoy confundido.

—Harry el único consejo que puedo darte es que vayas con calma, eres joven y no tienes experiencia y esas dudas son naturales, te aseguro que llegará el momento en que sabrás con certeza que significa todo eso que sientes, no te preocupes, todas las respuestas llegaran a su debido tiempo.

—¿De verdad lo crees?

—No sólo lo creo, estoy seguro de ello.

—Gracias Lucius… eres genial… Sev no pudo tener mejor amigo que tú.

—Es cierto… aunque tal vez en este momento esté pensando lo contrario —dijo el rubio dando una mirada al lugar donde Severus permanecía sentado.

—¿Por qué dices eso?

—Por nada, no me hagas caso, me gusta bailar contigo Harry, pero creo que no debemos dejar a Severus más tiempo solo.

—Sí, vamos a sentarnos —dijo Harry con ese tono alegre que era habitual en él.


Cuando Harry y Lucius volvieron a la mesa Severus ya iba por su tercer whisky, al instante notó que Harry estaba más alegre y relajado que al llegar al club. Una punzada en el estómago fue el indicio de su descontento por ello. Había seguido con atención cada gesto de Harry mientras bailaba con Lucius, sentía que conocía tanto al chico que en cierto momento había adivinado la dificultad con la que hablaba, había notado su sonrojo aún desde esa distancia, un dolor le oprimió el pecho al pensar que Harry se había enamorado de Lucius y que acababa de confesárselo al rubio.


Quizá estaba loco por pensar eso, pues ni siquiera tenía certeza de que a Harry le gustasen los hombres. Pero el cambio en el rostro del chico era tan evidente que no podía imaginar a que otro motivo podía deberse.


*~*~*~*~*~*~*~*~
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MensajeTema: Re: Mi único amor. Capítulo VII. Dudas   Mi único amor. Capítulo VII.  Dudas I_icon_minitimeMiér Nov 18, 2009 3:07 pm

*~*~*~*~*~*~*~*~


Mientras el ánimo de Harry había mejorado considerablemente, el de Severus había decaído absolutamente, se sentía de mal humor como nunca antes. Sentía que por instante detestaba a Lucius, detestaba cada gesto de su amigo, cada sonrisa, era terrible lo que estaba sintiendo. Pero hizo su mejor esfuerzo por controlar esos sentimientos, no tenía derecho a sentir aquello, Lucius no tenía la culpa de que Harry se hubiese enamorado de él.


Eran más de las once de la noche cuando finalmente dejaron el club, salieron a la calle que pese a la hora seguía abarrotada de gente. Armándose de paciencia de dispusieron a esperar a que un taxi se detuviera, después de esperar un rato bastante largo y no tener suerte, Severus y Lucius comenzaron a planear como harían para regresar, discutían la posibilidad de tomar el tren subterráneo. Harry se desentendió de la conversación por un instante y se fijó que un músico que entretenía a los paseantes con su saxofón, le agradó tanto la música que poco a poco comenzó a alejarse de los dos hombres mayores, de pronto sin saber como se encontró en medio de una muchedumbre desconocida, había perdido contacto visual con Severus y Lucius.


De pronto unas manos frías se cerraron en torno a su brazo y lo apretaron con fuerza, el chico se volvió sorprendido y se encontró con la mirada siniestra de un hombre de cabello castaño, con el rostro cubierto de una palidez casi enfermiza. Harry trató de zafarse de ese agarre, pero no pudo, el hombre tenía demasiada fuerza.


—Ni una palabra mocoso… si gritas te mueres —dijo el hombre en un susurro casi silbante, mostrando un arma que ocultaba bajo la chaqueta que llevaba en la mano y que apuntaba sobre el estómago del chico.

—Por favor… se lo suplico… no tengo dinero…
El hombre sonrió de forma grotesca.


—Claro que tienes dinero… y mucho —dijo el hombre.

—No… se equivoca…

—Ahora camina conmigo… daremos un lindo paseo.


Harry estaba aterrado, ese hombre lo amenazaba con un arma, ni siquiera podía volver la cabeza para buscar a Severus. Ya comenzaban a apartarse de la muchedumbre que rodeaba al saxofonista.


Apenas unos segundos de descuido y ya no veía a Harry, en medio de la oscuridad no era tan fácil ubicar al chico. Severus comenzó a experimentar una sensación de pánico, no veía a Harry. Lucius que hablaba con el chofer de un taxi, de pronto se volvió a mirar a su amigo, le vio mirar en todas direcciones, le indicó al chofer que esperara. Se acercó a Severus y éste le dijo que no veía a Harry, en ese momento la tocata del saxofonista llegaba a su fin y la multitud comenzaba a dispersarse, esperaron ver a Harry, pero el chico no estaba.


Severus no entendía, Harry jamás se separaría del lado de ellos, sólo fue una fracción de segundo en que Lucius vio como el chico era llevado por alguien hacia un vehículo que esperaba a escasa distancia de donde ellos estaban. Corrió hacia allá y Severus al verlo con el corazón oprimido corrió tras su amigo. Lucius no pudo llegar a tiempo, por más que corrió, sólo vio como Harry era empujado dentro del automóvil que esperaba con el motor encendido para ponerse en marcha haciendo gran estruendo.


Severus corrió por la calle, era imposible jamás podría alcanzar a ese automóvil, pero no podía dejar de correr, Harry iba en ese vehículo, su Harry, se lo llevaban, lo estaban separando de él. Fue inútil, finalmente las fuerzas lo abandonaron, no pudo seguir y con el corazón a punto de estallarle detuvo su vertiginosa carrera, quedó en medio de la calle, cayó de rodillas al suelo, así se quedó, sin importarle el estruendo de bocinas que se había desatado en derredor suyo, qué le importaba, el mundo acababa de detenerse para él.

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MensajeTema: Re: Mi único amor. Capítulo VII. Dudas   Mi único amor. Capítulo VII.  Dudas I_icon_minitimeMar Jun 03, 2014 5:03 pm

pobre severus pero eso le paso por dejarse seducir por el mujersuelo de charly...T____T debio esperar a que harry se terminara de enamorar de el....¬¬ que sufra el canaya hahahahahaha ok nop..XD
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MensajeTema: Re: Mi único amor. Capítulo VII. Dudas   Mi único amor. Capítulo VII.  Dudas I_icon_minitime

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